Tras crecer un 0,1% entre julio y septiembre, según las estimaciones del Banco de España recogidas en su boletín económico de octubre, que señala que en tasa interanual el PIB retrocedió un 1,2% en el mismo periodo. Con el crecimiento del 0,1% registrado en el tercer trimestre, la economía española entra en positivo tras nueve trimestres de contracción y dice adiós a la llamada recesión técnica, después de dos años y medio. Según el Banco de España, durante el tercer trimestre la economía española prolongó la mejora gradual que se viene observando desde principios de año, en un entorno caracterizado, añade, por un «cierto alivio» en las tensiones financieras y una mejora de la confianza. A lo largo de la crisis, España ha entrado dos veces en recesión. En el tercer trimestre de 2008, por primera vez en 15 años, la economía entró en recesión y salió de ella en el primer trimestre de 2010. La alegría duró poco y la economía española volvió a mostrar tasas negativas a partir del segundo trimestre de 2011, entrando de nuevo en recesión en el tercer trimestre de ese mismo año. Dos años y medio después, el Banco de España confirma que la recesión técnica ha finalizado. Algunos países de la UE se han adelantado a España y ya abandonaron la recesión en el segundo trimestre de este año, entre ellos Irlanda, Francia, Portugal, Finlandia, Dinamarca y República Checa. En el tercer trimestre, la demanda interna habría registrado un retroceso similar al del trimestre anterior, del 0,3% en tasa intertrimestral, mientras que la demanda exterior neta habría elevado su aportación al producto, con una contribución de 0,4 puntos porcentuales, como consecuencia de una «cierta moderación» de las exportaciones y un «leve retroceso» de las importaciones.NO SE ATISBA RECUPERACIÓN SENSIBLE DEL CONSUMO. La autoridad monetaria estima también un «pequeño avance» del consumo de los hogares en el tercer trimestre (+0,1%), en un entorno en el que la ocupación tuvo un comportamiento «algo menos contractivo», que podría haber contribuido a aminorar el ritmo de descenso de la renta disponible, a lo que también habría contribuido la «notable desaceleración» de la inflación a lo largo del verano. «Con todo, el bajo nivel de renta, las todavía desfavorables perspectivas del mercado laboral y el elevado endeudamiento de las familias no permiten prever una recuperación sensible del consumo a corto plazo», subraya. A su vez, el Banco de España destaca que el empleo moderó sustancialmente su ritmo de descenso en este periodo, con una leve reducción intertrimestral del 0,1% (-3,1% en tasa interanual, 0,7 puntos porcentuales menos), lo que, de confirmarse, representaría la tasa «menos desfavorable» desde el inicio de la crisis.NECESARIA PUESTA EN MARCHA DEL FACTOR DE SOSTENIBILIDAD. En cuanto a las pensiones, el organismo presidido por Luis María Linde destaca que se ha modificado el criterio utilizado para la revalorización de las pensiones, vinculando dicha actualización de acuerdo con la propuesta del factor de sostenibilidad, «cuya puesta en marcha es necesaria para avanzar en la sostenibilidad a medio plazo del sistema de pensiones». Respecto a los salarios, indica que en el tercer trimestre ha proseguido el proceso de contención salarial, lo que unido al comportamiento de la productividad, para la que prevé una cierta desaceleración, hasta el 2% en tasa interanual, permitiría anotar descensos adicionales de los costes laborales por unidad de producto. En concreto, el incremento medio de los costes laborales hasta septiembre se situó en el 0,6% (1,1% el año pasado), con aumentos algo más reducidos en los convenios de nueva firma (+0,4%). Según el Banco de España, esta evolución, junto con el «escaso peso» que tendrá la cláusula de salvaguarda de la inflación, anticipan una evolución de la remuneración por asalariado para lo que resta de ejercicio similar a la de la primera parte del año.MODERACIÓN SALARIAL «VITAL» PARA LA RECUPERACIÓN. En su opinión, la tendencia de moderación salarial resulta de «vital importancia» para contribuir a que la «incipiente» recuperación de la actividad se traslade «con intensidad» a la creación de empleo. Por su parte, el instituto emisor estima una reducción de la inversión residencial a un ritmo similar al del primer semestre, en un contexto en el que la demanda de viviendas mantuvo en conjunto una tónica «de marcada debilidad», a pesar del «notable repunte» de la compras de inmuebles por no residentes, debido al «tono estricto» de las condiciones financieros y al esfuerzo financiera que requiere la compra de vivienda. Asimismo, indica que la inversión en construcción podría haber «atenuado» la tendencia «marcadamente contractiva» observada en el primer semestre del año. La inversión empresarial, en cambio, prolongó la mejora observada desde principios de año, sustentada en la «incipiente» recuperación de la inversión en bienes de equipo, para la que el instituto emisor prevé un leve crecimiento por tercer trimestre consecutivo. El resto de la inversión privada, que básicamente se dirige a la ejecución de proyectos de construcción no residencial, continuó mostrando registros negativos. Por otro lado, el Banco de España hace una mención a la Ley de Emprendedores, de la que destaca que introduce avances para favorecer la supervivencia de los negocios, pero dice que introduce una «cierta complejidad» en el entramado institucional español y mantiene «el sesgo» de la legislación española favorable a las empresas de menor tamaño.RECUPERACIÓN CON RIESGOS A LA BAJA. En cuanto a la evolución de los precios, espera que la inflación siga manteniéndose en niveles «muy moderados», significativamente por debajo del 2%, en el actual contexto de debilidad económica dominada por riesgos a la baja, si bien esta moderación se puede ver contrarrestada por los riesgos al alza que pueden surgir en los precios de las materias primas, precios administrados e impuestos. Con todo, la autoridad monetaria afirma que predominan los «riesgos a la baja» relacionados principalmente con una posible evolución «más débil» que la prevista en la demanda global y con repuntes en los precios de la energía por riesgos geopolíticos y potenciales episodios de inestabilidad financiera.