Nadie advirtió de que el Apocalipsis zombi llegaría de fiesta y en dosis de metiendioxipirovalerona (MDPV). Tampoco que el primer ‘muerto viviente’ sería inglés, ni que policías locales y enfermeras de la paradisíaca isla de Ibiza se llevarían las primeras dentelladas.La Unidad Antidroga de la Guardia Civil de Ibiza busca estos días la partida de una sustancia similar a la cocaína, que puede ser fumada como marihuana sintética, esnifada o inyectada, y que produce paranoia extrema, psicosis, reacciones violentas, instintos suicidas y también mordiscos.El MDPV, que llegó a comercializarse en España de forma legal como «sales de baño», es ahora mismo el principal sospechoso. Se trata de la misma sustancia que habría fumado Ruby Eugene, el ‘Aníbal Lecter’ de Miami antes de devorar en 2012 el 75% de la cara de un mendigo. La Policía le pilló en plena acción y le disparó en una pierna, pero al no reaccionar acabó matándolo.El máximo responsable de la Unidad Antidroga en la isla de Ibiza anunció en Radio Ibiza la presencia de una sustancia que ha provocado «durante tres o cuatro días» un brote de extrema violencia «en pacientes atendidos por consumo de sustancias estupefacientes» en el centro de Salud de la localidad de San Antonio.El jefe Antidroga denominó a la sustancia ‘Caníbal’, un alias que no coincide con ninguno de los que se le atribuyen al MDPV, y confía en que la partida «haya sido pequeña y se haya consumido en su totalidad». Señala que se trataría de una sustancia, como muchas otras que «llegan a Ibiza y se prueban, para luego iniciar su comercialización» en los principales centros de ocio nocturno de todo el mundo.La enfermera del centro de Salud de San Antonio, Matilde Fernández, relató a Diario de Ibiza cómo fueron algunos de los casos producidos durante el brote: «Uno de los pacientes era tremendamente agresivo y se encontraba esposado. Varios agentes de Policía intentaban aguantarlo en la camilla hasta que acabó en el suelo, y entonces mordió a un agente en la mano, aunque por fortuna llevaba los guantes puestos y solo le provocó un hematoma. Tuvieron que pedir refuerzos por radio. Al final había ocho agentes».No fue el único. Esa misma noche llegaron otros dos que no dudaron en liarse a manotazos con todo el que encontraban a su paso. Uno de hecho sangraba por una brecha en su frente. «Iba a curarle pero estaba tan agresivo que al final se marchó con la herida abierta», señala la enfermera.Lejos de extrañarse, los sanitarios de este centro médico parecen haberse acostumbrado a convivir con estos brotes. «Cada noche ingresan seis o siete turistas atacados con botellas y vasos rotos por jóvenes británicos que agreden a turistas de otras nacionalidades», añade Fernández.Delegadas sindicales de enfermería de Comisiones Obreras ya han mantenidos dos reuniones con la alcaldesa de San Antonio, Pepita Gutiérrez, del Partido Popular, para pedirle medidas urgentes contra los pacientes agresivos que están saturando el centro y poniendo en peligro la integridad de los sanitarios.El año pasado guardas de seguridad protegieron a los profesionales del centro desde principios de julio hasta mediados de septiembre, pero ahora los profesionales reclaman que se alargue este periodo tras las múltiples agresiones sufridas en el mes de junio.Los efectos de cinco miligramos de MDPV pueden durar hasta una semana. El consumidor se siente fuera de su cuerpo, e incluso que todas las personas que le rodean pretenden atacarle.La paranoia también hace que el cuerpo no responda a dolores tan extremos como cualquier fractura de las extremidades de su cuerpo.El Hospital de Can Misses de Ibiza niega haber ingresado a algún paciente que afirmara haber consumido alguna sustancia denominada ‘Caníbal’ entre los múltiples ingresos que se producen a diario por víctimas de las drogas de diseño.Fuentes hospitalarias confirmaron sin embargo algunos casos de violencia extrema, desorientación y también mordiscos en este inicio de temporada. «Tuvimos un paciente al que tardaron cuatro días en ir a buscar sus amigos porque ni siquiera recordaba cómo se llamaba», explica uno de estos profesionales. Muchos pacientes llegan a permanecer varios días con una pulsera de identificación con la marca «intoxicación por drogas», y el punto de la isla en el que fueron recogidos por una ambulancia.La empresa privada Emergency Staff, que atiende a buena parte de los intoxicados por alcohol y drogas que se producen en la isla, con la labor que realizan tanto en eventos privados como en la conflictiva zona del West End de San Antonio, rechaza que las drogas sean causa de la violencia o el canibalismo.»No hay sustancias que hagan que te vuelvas un caníbal y te comas a la gente, quizás la persona tenga una predisposición al canibalismo. Una persona que no es agresiva raramente se volverá agresiva con el consumo de drogas, pero alguien que sea muy suspicaz y receloso, con el consumo de drogas potenciará esta actitud que ya tenía», aseguran los responsables de esta empresa.Respecto a la posible presencia de una nueva y peligrosa sustancia, desde Emergency Staff recuerdan que «cada año se habla de que hay pastillas adulteradas con matarratas o heroína y en los análisis no resulta ninguna sustancia de estas, lo único que aparece es MDMA (éxtasis), incluso estamos observando que las dosis por comprimidos se están estabilizando entorno los 100 miligramos de MDMA, esto no sucedía en años anteriores a 2010, en los que observábamos comprimidos muy dispares en su cantidad», lo que suponía un grave riesgo para los consumidores, incapaces de calibrar lo que es capaz de soportar su organismo.