IAM/Redacción Todas las procesiones son especiales para los integrantes de cualquier hermandad, pero la de anoche en Tarifa no era una más. La salida del Jueves Santo de la Real y Venerable Archicofradía de Penitencia Nuestro Padre Jesús Nazareno y María Santísima de la Paz estuvo marcada por los 375 años que suma ya la entidad. Por este motivo, dos de los principales estrenos para el desfile fueron sendas marchas procesionales para la Virgen de la Paz.
La Virgen de la Paz y el Nazareno partieron juntos desde San Mateo, a diferencia de años anteriores en los que la Virgen lo hacía desde San Francisco para encontrarse con el Cristo a mitad de su recorrido, a las puertas del templo mayor tarifeño.El cambio fue bien recibido por los tarifeños, que se agolparon para esperar la salida de ambos pasos. La de la Virgen coincidió con los sones de una de las dos marchas de estreno, la compuesta por el hermano Andrés de Jesús Contreras Gallardo.El Nazareno, fechado en 1643 y atribuido a José de Arce o Alonso Martínez, había iniciado unos minutos antes su desfile con maestría por parte de la cuadrilla de costaleros, recibida entre aplausos.En la plaza de Hermanos Costaleros, uno de los rincones más bellos para observar la Semana Santa de Tarifa, los integrantes de la tarifeña agrupación musical Manuel Reiné tocaron por primera vez en la calle la marcha compuesta para la Virgen por el sevillano Juan Manuel Velázquez.Desde ahí, la procesión dejó un reguero de estampas cofrades de gran belleza, con el paso de las imágenes bajo los balcones de las encaladas casas del centro.Además de las composiciones, la hermandad lució anoche por primera vez dos jarras de 40 centímetros en orfebrería repujada y plateada para el paso de palio, obra del sevillano Jesús Iglesias, un rostrillo de encajes para la Virgen y el redibujado del escudo corporativo realizado por el diseñador sevillano Ismael Martínez Lunar.