Palabras de aMor en lunes. Por María Eugenia Manzano

Leví tomó la palabra:
Pedro (…) ¿quién eres tú para rechazarla?
La conoce muy bien…
La amó más que a nosotros. 
(Evangelio de María. Myriam de Magdala)
Yo no escribo para avanzar.
Escribo para detenerme, en el instante preciso. En la playa que se curva, en el cielo que nos envolvió, en que ha empezado a llover. Yo no sé decir con palabras montaña, circular, verde, abultada, cabeza de león, tallada en un madero. Sudor. Manta. Agua bendita. Más lluvia.
Yo escribo en suspensión.
No me interesa la razón, no puedo escribir sobre cosas. El alcance de mi mano no aspira más que a expresar lo que me viene de lejos, de un espacio imaginal. Traduzco lo que me llega.
¿Cómo voy a explicar la ternura de las rocas, la oquedad de la cueva, la danza de las algas, el refugio de la arena?
Dicen que primero fue a ellos, no es cierto. Lo escribiré hasta que me muera, igual que lo dijo Leví.
No sé pronunciar comunión.
No tengo miedo al pecado ni al castigo ni al frío ni al dolor sobre mí. Temo más la negación de Pedro, el cuchillo en la oreja, la piedra sobre la que se edificó. No me asusta la muerte ni que suba la marea.
Después nos siguió lloviendo. Tendidos, fusionados, fundidos, ausentes de lo que fuera. La tarde se alargó sola. Amrita. Ambrosía. Agua bendita.
Sean mis palabras silencio. Que el silencio me muestre el límite. Pequeña pausa, vacío. Lo que va antes del no.
Yo escribo frases extrañas, hablo una lengua distinta. No escribo para avanzar.
Yo escribo para detenerme.

Poema de amor
Joan Manuel Serrat 
El sol nos olvidó ayer sobre la arena
Nos envolvió el rumor suave del mar
Tu cuerpo me dio calor
Tenía frío
Y allí, en la arena
Entre los dos nació este poema
Este pobre poema de amor
Para ti
Mi fruto, mi flor
Mi historia de amor
Mis caricias
Mi humilde candil
Mi lluvia de abril
Mi avaricia
Mi trozo de pan
Mi viejo refrán
Mi poeta
La fe que perdí
Mi camino
Y mi carreta
Mi dulce placer
Mi sueño de ayer
Mi equipaje
Mi tibio rincón
Mi mejor canción
Mi paisaje
Mi manantial
Mi cañaveral
Mi riqueza
Mi leña, mi hogar
Mi techo, mi lar
Mi nobleza
Mi fuente, mi sed
Mi barco, mi red
Y la arena
Donde te sentí
Donde te escribí
Mi poema