Nada real puede ser amenazado y nada irreal existe. En eso reside la paz de Dios.
Lunes, 29 de septiembre.
Una sensación de paz oceánica me envolvió durante un par de noches. El horizonte era inmenso e indescriptible. La ausencia abarcaba el espacio. Yo despertaba esos días sin ninguna agitación, tan sólo amanecía tal y como despuntaba la luz – al alba sería, como sale El Quijote – con el canto de algún pajarillo cerca de mi ventana. Comenzaba la mañana, me abría a la vida. Inamovible frente a mí, una Catedral protectora y el cielo juguetón, siempre de colores distintos, ambos impermanentes y a la vez eternos los dos, eran el decorado. Que Dios es sólo Amor y por ende eso es lo que soy yo, el pensamiento que me acompañaba. Después, las cosas del cotidiano y el tiempo del reloj iban aconteciendo, mientras yo regresaba a mi hogar. Lo hacía a cada rato. Y aunque algunas veces me entretuve nunca llegué a perderme, porque conozco bien el camino y está cerca. Volví a cada rato a mi hogar. Allí me encontraba conmigo y desde allí escribí, compuse, dancé, canté nuevas melodías y otras que ya sabía, recé a la Virgen de la Ternura (gracias Cris) y retorné a mi inocencia.
Después, me vi una mañana de viernes frente al pelotón del viento frío. Una ráfaga de confusión me atravesó los huesos. Y ese agujero sin fondo. Ese miedo a punto de. Traté de respirar muchas veces, lo hice. Me fui a jugar con ellas. Pero la noche llegó otra vez y también, aquella tarde remota en la que conocimos el hielo. Como si los cimientos temblaran, que no temblaron. Como si los barrancos existieran. Entonces recordé. Permanecí quieta. En silencio pronuncié mantequilla, lo blando, más ternura por favor, tu nombre en cascada, así con la C, mariquita, Lucía, Manuel, libélula… y me quedé dormida.
Hoy he despertado de nuevo.
29 de septiembre
La voz interior. Eileen Caddy
Muchas veces has oído estas palabras: La vida es lo que haces de ella, pero, ¿qué has hecho tú a ese respecto? ¿Te das cuenta de que controlas tu vida, tu felicidad, tu éxito, tus gozos y tus penas? La vida puede ser maravillosa, emocionante y gloriosa, pero depende de ti que así sea al esperar lo mejor. Vive un día cada vez y vívelo plenamente. Nunca pierdas el tiempo preocupándote por lo que el mañana pueda traer, ni te permitas sentirte deprimida al tener la impresión de que no puedes afrontar alguna cosa. Mira siempre la cara luminosa de la vida y concéntrate en ella, en el ahora sempiterno. El hecho de que ayer no transcurriera con fluidez no quiere decir que hoy haya de ser igual. Deja atrás el ayer; aprende de él, pero no consientas que estropee el día de hoy. El día de hoy está ante ti, intocado e inmaculado. ¿Qué vas a hacer con él?
Un comentario
Gracias hermana por un nuevo compartir en el que nuestros caminos se cruzan para avanzar juntos. PLP, Voarte, Presencia, Milagritos, danza, MDMA, y ahora Eileen. Tantas cosas!
No hay barrancos allá dónde vamos. Lo blandito