La Confederación Empresarial de Comercio de Andalucía (CECA) ha previsto un aumento de entre el cinco y el seis por ciento en el nivel de ventas para la campaña de navidades, no obstante los comerciantes andaluces mantendrá su plantilla y sólo alrededor de un cinco por ciento incrementará su personal en esta fechas.Según la información facilitada por la CECA, el aumento del nivel de ventas será «ligeramente inferior» al previsto a nivel nacional, que se estima que llegue al ocho por ciento.CECA confía en esta mejora de las ventas después de que el comercio haya experimentado «el peor inicio de temporada de otoño-invierno del último lustro». En este sentido, ha apuntado que la crisis económica unida a las buenas condiciones climatológicas durante los meses de septiembre y octubre han propiciado que el arranque de la temporada de otoño-invierno haya registrado «el peor índice de ventas de los últimos cinco años», sobre todo en textil, con descensos situados entre un 15 por ciento y un 30 por ciento en comparación a 2010.Si bien, el presidente de CECA, Manuel García-Izquierdo Parralo, ha mostrado su confianza en que «el consumidor abandone el pesimismo y se anime a consumir» y ha hecho hincapié en «la importancia de la campaña de Navidad en la facturación del sector, ya que supone un 20 por ciento del total anual».Caracterizada, tradicionalmente, por ser una de las épocas de mayor nivel de consumo –España, de hecho, es el cuarto país europeo más consumidor en estas fechas–, la Confederación Empresarial de Comercio de Andalucía estima que el gasto medio por persona en el pequeño y mediano comercio oscile entre los 70 y 80 euros, lo que representa un desembolso de unos 300 euros por hogar –un 60% de la cantidad total que, de media, se destinará a compras en estas navidades–.El mayor índice de venta se registrará partir de la segunda quincena de diciembre siendo los artículos más demandados juguetes, textil, calzado, cosmética y, por supuesto, alimentación. En este sentido, al igual que ya ocurriera en años anteriores como consecuencia del cambio de hábitos de consumo provocado por la crisis, el consumidor se decantará por el regalo útil y de precio no elevado abandonando, de esta manera, la compra por impulso para inclinarse por la compra racional.»Aunque somos optimistas tenemos que tener en cuenta que nos hallamos ante un consumidor que actuará racionalmente a la hora de comprar y que se decantará por regalos que sean de utilidad y a buen precio. A pesar de ello, confiamos en recuperarnos de la atonía del consumo que llevamos durante todo el año», señala el presidente. Fuente:Europa Press