«Este es un nuevo caso documentado de la expansión hacia el norte y de la colonización del continente europeo por parte de especies africanas que se está produciendo en los últimos años», subraya en una nota de prensa.
En ella explica que numerosos estudios científicos indican que este tipo de expansiones hacia el norte son una consecuencia del aumento de las temperaturas y que el calentamiento global «desplaza hacia el norte los hábitats de las especies y favorece que estas encuentren condiciones ambientales favorables en áreas alejadas de sus lugares de distribución habituales».
El «bulbul naranjero» es una especie típicamente africana, sedentaria y que está ampliamente distribuida en gran parte de la región etiópica hasta alcanzar el sur de África.
Según la Fundación Migres, hasta ahora sólo se disponía de un registro previo: un ejemplar avistado en las costas de Málaga los días 13, 14 y 15 de noviembre de 1956, en una zona con eucaliptos.
El nuevo registro confirmado de su presencia en Europa se ha producido hace unos meses, casi 57 años más tarde.
Fue el pasado 25 de abril, inmediatamente después de fuertes vientos persistentes de levante, que «podrían haber favorecido que ejemplares de esta especie alcanzaran las costas españolas desde Marruecos o Ceuta«.
La Fundación inició entonces un seguimiento de las aves para conocer su destino y así, durante los primeros días del mes de mayo, confirmó la presencia de dos ejemplares en Punta Camorro, en las cercanías del núcleo urbano de Tarifa y del futuro Centro de la Migración y el Cambio Global que está construyendo la Fundación Migres.
El hecho de seguir a una pareja invitó a estos expertos a pensar en la posibilidad de que por primera vez la especie fuera a reproducirse fuera del continente africano.
Finalmente, la reproducción pudo confirmarse el pasado mes de julio, cuando se pudo observar a dos ejemplares adultos acompañados de dos pollos volantones, a los que cebaban continuamente.
En este desplazamiento hacia el norte le han precedido especies como el elanio azul (Elanus caeruleus), la golondrina dáurica (Cecropis daurica), el vencejo cafre (Apus caffer), el vencejo moro (Apus affinis) y el ratonero moro (Buteo rufinus), que tienen en la actualidad una población reproductora bien establecida.