IAM/Redacción El paso adelante dado por los ayuntamientos de La Línea y San Roque para adoptar iniciativas conjuntas en materia cultural y turística es una iniciativa valiente que, desde este grupo editorial, aplaudimos merecidamente y no sólo, por el efecto positivo que va a generar dicha cooperación entre las dos localidades y su repercusión, desde el punto de vista de promoción de la comarca.
Junto al efecto multiplicador para la economía de ambos municipios y de todo el
Campo de Gibraltar que supone integrar recursos mutuos, la acción conjunta entre San Roque y La Línea, es el más claro ejemplo de que el espíritu comarcalista está presente en las siete localidades. La búsqueda de aspectos complementarios entre las distintas localidades que componen esta comarca es amplia y variada. Todos ellos pueden encajarse pieza a pieza, engranaje que contribuye a esa singularidad que nos diferencia de otras comarcas y territorios.
Y es particularmente significativo que la puesta en común de estos dos ayuntamientos por ofrecer una oferta compartida haya obviado la cuestión del distinto color político que preside ambas instituciones. Cuando se trata de trabajar por el bien de la ciudadanía en su conjunto, no hay color que valga. Una lección de madurez democrática para el resto de municipios de la comarca.