Operarios municipales estuvieron durante semanas trabajando en la restauración completa de la emblemática plaza de Las Ranitas. No sólo del surtidor, también de los asientos de mampostería que componen toda la plazuela.
Todo el conjunto de losas arabescas ha sido repuesto, copiando a los originales en los talleres de la ceramista Mariluz Muñoz. Colores brillantes en tonalidades verdes y azules se disponen ya por el mobiliario, así como conformando la estrella que da forma a la fuente y soporte a las populares “ranitas” que ya están colocadas y lucen íntegras y flamantes.
Sólo un detalle ha sido dejado como colofón de los trabajos de restauración. Se trata de la figura de un “pato” que presidirá el conjunto. Es la forma que se ha tenido de emular la imagen original, la primera, de la fuente de esta plaza Santa María. Era esta ave la que ejercía de centro del surtidor y así se espera que sea dentro de días. Actualmente se trabaja en el diseño del mismo, en los mismos talleres de cerámica.
Cuando se cuente con el diseño definitivo, éste quedará como modelo para futuras actuaciones si fuera necesario. Así sucedió en su día con las “ranitas”, las cuáles son reemplazadas siguiendo la estética original gracias a los moldes que se dejaron hechos en el año 2001 (cuando también se actuó sobre este lugar para su recuperación).
La visita girada por el gobierno hoy ha sido para hablar de obra acabada. El concejal del área, José María González, ha puesto el acento en que la actuación ha sido completa “porque toda la plaza necesitaba de una reforma integral. Ahora estas actuaciones son visibles y la plaza, tan céntrica, luce como debe ser en una población turística”, señaló éste.
El Alcalde, quien también ha querido conocer de cerca el trabajo final, ha puesto el énfasis en el criterio estético, en el de buscar la originalidad del trabajo. “La figura del pato es muy anecdótica y seguro que gustará a la población, a los más pequeños y a los más mayores que puedan recordar como era el surtidor originalmente”. Pero Juan Andrés Gil también ha lamentado que los actos vandálicos sigan siendo la principal amenaza del patrimonio tarifeño. En este sentido ha efectuado un llamamiento general para que “todos nos sintamos dueños de esta riqueza y la cuidemos como nuestra que es”. “Lamentablemente tenemos que asistir a destrozos incomprensibles de mobiliario urbano y de este tipo de detalles que dan color y luminosidad al centro histórico de Tarifa”.
En próximos días, la estampa de la fuente de “las Ranitas” será original y distinta, con la figura protagonista de un pato invitado por todo el grupo.