IAM/EP La diputada provincial y concejal del PP en el Ayuntamiento de La Línea de la Concepción (Cádiz), Inmaculada Olivero, ha recordado este miércoles que la alcaldesa de la localidad gaditana, la socialista Gemma Araujo, sigue sin condenar el lanzamiento de bloques de hormigón al mar por parte del Gobierno de Gibraltar, ni tampoco sobre el hecho de que los beneficios de la tasa de congestión «irán para La Línea, y no afectará a los trabajadores transfronterizos».
A su juicio, Araujo «se ha escondido, no habla y no defiende a los linenses», preguntándose, en un comunicado, si la alcaldesa linense está «de vacaciones o simplemente la han hecho callar», apuntando a «acuerdos ocultos con Picardo» para justificar «esa entrega al dirigente llanito».
La popular ha acusado a Araujo de «compartir mesa y mantel asiduamente», acusándola incluso de ser «seguidora de ese grupo de radicales gibraltareños llamados ‘defenders Gibraltar’ los cuales amenazan a Guardia Civiles y Policías y hacen apología del terrorismo».
Según insiste la edil popular, con esta actitud la regidora de la localidad gaditana demuestra su «escasa inteligencia política, su escaso peso y solvencia política» para defender conflictos de una ciudad «muy especial y con muchos problemas».
, ni tampoco sobre el hecho de que los beneficios de la tasa de congestión «irán para La Línea, y no afectará a los trabajadores transfronterizos».
A su juicio, Araujo «se ha escondido, no habla y no defiende a los linenses», preguntándose, en un comunicado, si la alcaldesa linense está «de vacaciones o simplemente la han hecho callar», apuntando a «acuerdos ocultos con Picardo» para justificar «esa entrega al dirigente llanito».
La popular ha acusado a Araujo de «compartir mesa y mantel asiduamente», acusándola incluso de ser «seguidora de ese grupo de radicales gibraltareños llamados ‘defenders Gibraltar’ los cuales amenazan a Guardia Civiles y Policías y hacen apología del terrorismo».
Según insiste la edil popular, con esta actitud la regidora de la localidad gaditana demuestra su «escasa inteligencia política, su escaso peso y solvencia política» para defender conflictos de una ciudad «muy especial y con muchos problemas».