IAM/EP Un estudio de la Sociedad Española de Epidemiología (SEE) nos deja helados, según el mismo el alto índice de mortalidad por cancer en la comarca se da por «malos hábitos de vida», el dato del titular ya echa por tierra sus propios argumentos. La lluvia ácida y el dióxido de azufre, son la misma cosa.
El Defensor del Pueblo Andaluz, Jesús Maeztu, ha afirmado que, pese a que el dictamen de la Sociedad Española de Epidemiología (SEE) sobre el Campo de Gibraltar concluya que «la mortalidad ha descendido progresivamente desde mediados de los años 90 del pasado siglo en todos los municipios del Campo de Gibraltar, en ambos sexos y todos los grupos de edad», eso «no quiere decir que no haya que tener cuidado con elementos medioambientales» de la zona. Así lo ha indicado este martes en declaraciones a los periodistas Maeztu, que ha anunciado que la Oficina del Defensor del Pueblo Andaluz hará, en base a este dictamen, «una serie de recomendaciones» para «estar atenta a los elementos medioambientales» con estudios «individualizados y constantes». En este sentido, matiza que el dictamen «no tiene capacidad de determinar si hay una causa efecto entre la industria existente y las consecuencias» y que es «una opinión fundada de los expertos con arreglo a la información disponible», y que supone «un primer paso». El dictamen, en cambio, «sí tiene la capacidad de haber recogido todo lo que hay en la zona, aunque el hecho de que no se haya probado algo no quiere decir que no exista o que no pueda ser una amenaza», y sostiene que «hay que ver qué tipo de metales hay, cómo afectan los vientos a las poblaciones, etc.». Así, ha señalado que la Oficina del Defensor del Pueblo Andaluz va a hacer «una serie de recomendaciones» para «estar atenta a los elementos medioambientales» con estudios «individualizados y constantes», llevando a cabo «una vigilancia determinada en algunos aspectos». La Oficina del Defensor del Pueblo Andaluz asumirá «recomendaciones», entre las que se encuentra «un Foro de Salud Pública en la zona del Campo de Gibraltar y de Huelva para que efectúe esa vigilancia que impida que haya peligro», y que «estará atento» a la acumulación de metales o a si las balsas de fosfoyeso afectan a la cadena trófica. Maeztu asegura que el estudio realizado «necesita más estudio» y ha llamado a «la tranquilidad» de la población, pues «se ha emprendido un camino bueno para estar atentos a todo lo que pueda afectarles», destacando que en el dictamen «hay buen material».EL DICTAMEN El dictamen concluye que el «principal determinante» de la mayor mortalidad de la población del Campo de Gibraltar y suroeste de Andalucía respecto a España es la exposición a factores que empezaron a operar en el pasado lejano», si bien matiza que «la sobremortalidad por cáncer» en la zona «es anterior al proceso de industrialización» de la misma. La mayor mortalidad de la comarca gaditana y el suroeste de Andalucía y su posterior reducción «se ha debido fundamentalmente a enfermedades que están fuertemente asociadas a estilos de vida y también a factores medioambientales y laborales», aunque «la evidencia epidemiológica sugiere que ciertos condicionantes sociales en el pasado o en la actualidad han tenido una importante influencia tanto sobre la mortalidad por tumores, enfermedades cardiovasculares, respiratorias y el SIDA, como sobre los estilos de vida y factores medioambientales y laborales asociados a estas enfermedades». El dictamen apunta al tabaquismo como el patrón de mortalidad más frecuente, y que en la morbilidad por cáncer, los primeros resultados del Registro de Cáncer de Andalucía muestra que la incidencia actual de tumores en las principales localizaciones, es similar o menor que en el resto de España y la Unión Europea, con excepción del cáncer de vejiga en hombres». Además, señala que la población de la comarca «está expuesta a niveles de contaminantes atmosféricos que, en ocasiones, sobrepasan lo establecido en la vigente normativa europea y española», y que ello «es especialmente importante para el dióxido de azufre, las partículas en suspensión y el ozono». No obstante, recalca que «los niveles de contaminación atmosférica en la zona son en general similares a los de otras aglomeraciones urbanas o zonas industriales españolas», y que «sus problemas de calidad del aire en el Campo de Gibraltar son comparables a los de otras zonas industriales de Andalucía, como la Ría de Huelva y Bailén». «El único contaminante que destaca por sus elevados niveles es el dióxido de azufre, ya que la Bahía de Algeciras es una de las dos zonas de España en que se sobrepasó el índice de calidad del aire para el valor diario de dióxido de azufre durante 2011». También expone que «los estudios ecológicos sobre la mortalidad por cáncer entre los habitantes que residen en la proximidad de los focos industriales de la zona muestran una mayor mortalidad que en el conjunto de España por cáncer de pulmón, leucemia y cáncer colorrectal en los hombres», pero resalta que esos estudios «sólo constatan dicho exceso, pero no sirven para demostrar la causa del mismo». Tras estas conclusiones, el dictamen recomienda que «especialmente respecto a La Línea de la Concepción se deberían potenciar actuaciones de las administraciones públicas para el abordaje del desempleo, la pobreza y la exclusión social en el territorio, haciendo énfasis prioritario en las intervenciones en los ámbitos educativo, formativo y de empleo». Por otra parte, recalca que «se deben potenciar los sistemas de vigilancia de la salud pública que han permitido realizar el dictamen» y propone, como ha indicado Maeztu «la constitución de un Foro de Salud Pública que suponga un canal estable de comunicación e intercambio de información sanitaria entre los distintos organismos de la Junta y los grupos y asociaciones ciudadanas más representativos de la sociedad civil del Campo de Gibraltar».
DIOXIDO DE AZUFRE
Aspectos medioambientales
El dióxido de azufre es el principal causante de la lluvia ácida ya que en la atmósfera es transformado en ácido sulfúrico.Es liberado en muchos procesos de combustión ya que los combustibles como el carbón, el petróleo, el diésel o el gas natural contienen ciertas cantidades de compuestos azufrados. Por estas razones se intenta eliminar estos compuestos antes de su combustión por ejemplo mediante la hidrodesulfuración en los derivados del petróleo o con lavados del gas natural haciéndolo más «dulce».Si a pesar de estos esfuerzos aún se generan cantidades importantes del gas se pueden aplicar lavados básicos p. ej. con leche de cal para retenerlo del aire de salida o transformándolo conjuntamente con sulfhídrico en azufre elemental (proceso de Claus). También los procesos metalúrgicos liberan ciertas cantidades de este gas debido a que se emplean frecuentemente los metales en forma de sulfuros. En la naturaleza el dióxido de azufre se encuentra sobre todo en las proximidades de los volcanes y las erupciones pueden liberar cantidades importantes. Otros elementos que pueden ocasionar contaminación del aire en las ciudades lo constituyen el monóxido de carbono, el dióxido de nitrógeno, el ozono, el plomo y el sulfuro de hidrógeno. El dióxido de azufre se utiliza para fines muy diversos, por ej., como agente reductor en metalurgia, como frigorígeno en la industria del frío, como desinfectante y blanqueador, para la conservación de sustancias alimenticias, como decolorante y fumigante. El dióxido de azufre es uno de los compuestos más importantes de la industria química. 98% del SO2 técnico se utiliza para la producción de trióxido de azufre como precursor del ácido sulfúrico.
Aspectos toxicológicos
El dióxido de azufre es un gas irritante y tóxico. Afecta sobre todo las mucosidades y los pulmones provocando ataques de tos. Si bien éste es absorbido principalmente por el sistema nasal, la exposición de altas concentraciones por cortos períodos de tiempo puede irritar el tracto respiratorio, causar bronquitis y congestionar los conductos bronquiales de los asmáticos.
La concentración máxima permitida en los lugares de trabajo es de 2 ppm.El valor IDLH (Peligroso Para la Vida)
Valor letal 100 ppm (262mg/m³)
Umbral de olor 0,5 ppm (1 mg/m³) (es detectado por el olfato humano)