TCAM-COMARCA/REDACCIÓNUna pareja de españoles acabó en comisaría el pasado domingo después de que uno de ellos se fotografiara vestido con la camiseta de la selección española de fútbol y besando el escudo. La imagen despertó la ira de algunos gibraltareños que comenzaron a insultarles.
Según ha relatado a los medios Inmaculada Rueda, una de las afectadas, los hechos se produjeron el pasado domingo, cuando cinco amigos se trasladaron desde Sevilla a La Línea de la Concepción (Cádiz) para presenciar el partido entre la Real Balompédica Linense y el Tenerife, dado que uno de los porteros de este último equipo es un amigo común del grupo. Para hacer tiempo, según Inmaculada, los cinco amigos decidieron entrar en Gibraltar «para comprar tabaco». «Cruzamos la frontera sin ningún problema. Cuando entramos en Gibraltar, vimos que había muchas banderas y nos fijamos en el cartel de la Reina, que era el Jubileo por sus 60 años de reinado. No le dimos mayor importancia», explica Inmaculada. Su novio, Jaime Bejarano llevaba puesta la camiseta de la selección española, con la que se había ataviado para presenciar el partido de fútbol. «Íbamos andando por la calle principal, y vimos a un señor con dos cacatúas, una en cada hombro. Jaime se puso para hacerse la foto con él y se besó el escudo de la camiseta. Yo seguía y no me di cuenta de lo que estaba pasando, pero empecé a escuchar ‘muertos de hambre’, ‘volveros a vuestro país’, y, cuando me volví, veo que al que insultan es a mi novio», dice Inmaculada Rueda. Según el relato, los que insultaban eran una pareja de unos cincuenta años y una joven de unos treinta. «Les dije que no tenían educación», asegura Inmaculada, después de lo cual siguieron paseando y cuando decidieron regresar vieron como la joven que los había insultado los seguía, mientras hablaba por un teléfono móvil.Actuación policial«Al volvernos, un policía se dirigió a Jaime y le dijo que le acompañara. Se quedó sorprendido. Yo, inmediatamente, me pegué a él. Cuando la Policía nos llevaba, empezaron a llovernos insultos, ‘hijos de puta’, ‘cabrones’, ‘muertos de hambre’, como unas cincuenta personas. Jaime iba diciéndole al policía que si estaba escuchando que le insultaban, pero el policía sólo le decía ‘siga, siga’, cuenta Inmaculada.
La Policía les llevó por una calle paralela a la Real y a la vuelta de una esquina estaban «dentro de la Comisaría, cerraron la puerta y a mis amigos no los dejaron entrar. Yo creo que a mí me dejaron porque iba muy pegada».
Un agente de la Policía de Gibraltar les interrogó entonces acerca de qué habían hecho. «Cuando Jaime les explicó que sólo se había besado el escudo al hacerse una foto, nos dijeron que eso allí era una provocación, y que teníamos que entender la situación política. Hasta nos dijeron que a qué habíamos ido, que por qué se había puesto la camiseta y que si iba dándole besos al escudo habitualmente». El agente gibraltareño les señaló que, «para no tener problemas, que le diera la vuelta a la camiseta, yo le dije que, para eso, que si no podía ir sin camiseta mejor», comenta Inmaculada. Al final, la Policía gibraltareña decidió meter a los cinco jóvenes en un furgón y dejarlos en la frontera, ya que los jóvenes tenían su coche en La Línea. El grupo de amigos salió finalmente de la colonia y se dirigió,después de un mal trago, a ver el partido de fútbol. «Volveremos al Campo de Gibraltar, pero desde luego a Gibraltar no pienso entrar nunca más», concluye Inmaculada.