IAM/Editorial Dónde se ve la verdadera dimensión de una persona es en situaciones de peligro, si aporta, si huye, si lidera…en definitiva, si confías o no confías en él. Los datos y las hemerotecas están ahí, es un hecho constatable, no una opinión, en tiempos de “peligro” el PP se retrata como gestor.
Crisis como la del Prestige y su chapapote, el atentado del 11-M en Madrid o “La rueda de prensa” de los sobres de Bárcenas a través de plasma (entre otras muchas), nos deben advertir de que ahora, las palabras en juego son “ébola” e “independentismo”. ¿Acojona?
He asistido a cursos de comunicación para presidentes de multinacionales con el nombre “Como actuar en situaciones de crisis”, impartidos en hoteles de la comarca reservados 48 horas, equipos de televisión para simular la prensa y analistas de reconocido prestigio que aconsejaban de manera personalizada a cada asistente (nunca más de 5). ¿Se lo resumo? Acumular información, dar la cara y decir la verdad confirmada.
A las crisis gestionadas por el PP les falta mucho para cumplir este axioma y tranquilizar así a la población. Es de libro. La pregunta es evidente ¿por qué no lo cumple?
Que no dan la cara Rajoy y Mato lo hacen incuestionable.
Que no dicen la verdad sencillamente es pecado.
Cuidado con los peligros de España hoy, necesitamos mantener el tipo frente al resto del mundo, nuestra credibilidad como país está en juego….y hasta nuestra salud.