Las previsiones económicas apuntaban un inicio de 2023 difícil, pero gracias a los datos y las previsiones económicas podemos ser optimistas. Aunque la incertidumbre exige prudencia, la evolución de la actividad económica permite por ahora soltar aire.
Curiosamente, los organismos internacionales son más optimistas que el Gobierno y la oposición, y ninguno incluye a España en terrenos negativos. El FMI considera que en el conjunto del año la economía española crecerá el doble que la zona euro, y la Comisión Europea cree que lo hará el triple gracias al sector exterior por el auge del turismo y las exportaciones.
Es cierto, que hay incertidumbre en nuestro país, pero el gobierno de Pedro Sánchez parece estar tranquilos porque el otoño ha resultado ser menos gris de lo esperado. Sobre todo al ver que el PP ha dejado de poner el foco en la economía, porque los datos empiezan a mejorar y las medidas adoptadas por el Gobierno están dando qué hablar en la prensa internacional.
De hecho, hace unos días un artículo dedicado a analizar la situación de la inflación en Alemania y en España del prestigioso periódico estadounidense The New York Times, resaltaba que el alza de los precios “se moderaba” en ambos países y señalaba que “sus economías podrían sufrir menos de lo previsto en los próximos meses, porque el peligro de recesión se alejaba”
El New York Times apuntaba como una de las causas de la moderación de la inflación que “el Gobierno español fue uno de los primeros en Europa en intervenir en la economía”, recortando “los impuestos sobre la energía para ayudar a los hogares a hacer frente al aumento de los precios”.
Además, ponía de relieve que “el mes pasado, el Gobierno español, presentó un paquete de 3.000 millones de euros destinado a proteger a la población más vulnerable del país”. Pero es que, recientemente, otro prestigioso medio de comunicación extranjero, en este caso The Economist, puso también en valor lo que estaba pasando en España.
Este semanario señalaba que, pese a la crispación política y lo mucho que se habla de “las dos Españas” siempre “destinadas a estar enfrentadas”, esa “hostilidad” es “apenas visible en las calles de España”. “Pero, no cabe duda, que envenena la política española, más aún cuando los partidos de los extremos suelen marcar la pauta”, sentenciaba.
Pese a ello, dentro de los nubarrones, por primera vez, España no sale tan mal en la foto, dice, Matilde Mas, catedrática de la Universidad de Valencia y directora de Proyectos Internacionales. “Hay un incremento de la productividad, un mercado laboral con menor temporalidad, una recuperación de la I+D+I y un salto exterior positivo, entre otras cosas”, enumera.
Ángel Talavera, economista jefe de Oxford Económica, también manifiesta que “el empleo está aguantando el tipo, mucho más de lo que creíamos. No esperamos que siga con el mismo ritmo mucho más tiempo y podría entrar en una fase más plana, pero está siendo clave, con más de 20 millones de afiliados a la seguridad social, para sostener las rentas disponibles”.
Por otro lado los dos motores exteriores de la economía española siguen funcionando bien, con un 24,7% más de exportaciones de mercancías, entre enero y septiembre, según el Mº de Industria. Y el segundo motor que sigue en marcha es el del turismo. Hasta octubre llegaron al país 63,1 millones de turistas extranjeros. Y estamos a un punto de recuperar el volumen de viajeros y de gastos anterior a la pandemia.
Pero si no fuera suficiente con lo dicho tenemos un instrumento contracíclico de esta “policrisis” –así define la situación actual el historiador británico Adam Tooze-, los fondos europeos de recuperación, que además impulsan el crecimiento. Y de los que España recibirá 77.000 millones de euros solo en subvenciones.
El Ministerio de Nadia Calviño que hace un seguimiento diario de ese dinero explica que en noviembre se vio un salto significativo en el impacto, que están teniendo los fondos, que este año equivaldrán a un 1,9 puntos porcentuales del PIB. Vamos bien. España avanza, pese a lo digan los detractores.