El uso prolongado del teléfono móvil no provoca tumores cerebrales o en el sistema nervioso central, según un nuevo estudio danés publicado este viernes en la edición ‘online’ del ‘British Medical Journal’. El trabajo, el más extenso en la materia realizado hasta la fecha no encontró evidencias que pudieran demostrar un aumento del riesgo de desarrollar un tumor cerebral en los 358.403 usuarios de móviles que han sido estudiados durante más de 18 años. Bajo la tutela del Instituto de Epidemiología del Cáncer de Copenhague (Dinamarca), los investigadores recopilaron información hasta 2007. Así, analizaron los datos de toda la población danesa mayor de 30 años y nacida después de 1925. La población fue dividida en usuarios y no usuarios de teléfonos móviles antes de 1995. Esta información fue proporcionada por los operadores de telefonía móvil daneses y por el Registro Danés de Cáncer.Este es el único estudio de seguimiento que ha investigado el uso del móvil y el cáncer hasta la fecha, comparando el riesgo que tenían de desarrollar cáncer, desde 1982 hasta 1995, con el riesgo correspondiente del resto de la población adulta. Asimismo, se realizaron revisiones en 1996 y 2002, y no se han encontrado evidencias de ningún tipo que demuestren un aumento del riesgo cancerígeno. En total, se registraron 10.729 tumores en el sistema nervioso central entre 1990 y 2007. Cuando estas cifras se restringieron a la población que había utilizado el móvil durante 13 o más años, el porcentaje era prácticamente el mismo comparado con el que correspondía a la población que no usa el móvil.Los expertos dicen que no han observado un aumento general del riesgo cancerígeno para los usuarios. «El prolongado seguimiento nos ha permitido investigar los efectos en personas que han usado el móvil durante 10 ó más años, y este uso prolongado no se asocia con mayores riesgos de desarrollar cáncer», han concluido. «Sin embargo, como el aumento del riesgo, tanto leve como moderado, en grupos reducidos de usuarios muy activos durante períodos más largo que 10 ó 15 años, no puede ser descartado, futuros estudios garantizarán un análisis más extenso, de tal manera que se minimicen los errores potenciales en la clasificación o en la parcialidad en la selección».En 2010, en el mundo existían más de 5.000 millones de personas que utilizaban el teléfono móvil, una cifra que aumenta cada día, lo que condujo hacia una preocupación sobre los posibles efectos adversos para la salud, particularmente tumores del sistema nervioso central. Los estudios anteriores sobre este tema no habían llegado a una conclusión certera, sobre todo en el uso prolongado de los móviles. Algunos de estos trabajos contaban con pocos usuarios de larga duración y habían demostrado su tendencia al error y a la parcialidad. La Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC, por sus siglas en inglés) categorizó recientemente los campos de radiofrecuencia electromagnética que emiten los teléfonos móviles como probablemente cancerígenos para los humanos. bEn una editorial anexa, los profesores Anders Ahlbom y Maria Feychting, del Instituto Karolinska de Suecia, han dicho que esta nueva evidencia es tranquilizadora, pero que todavía se justifica la continuidad del control de los registros de salud y de eventuales seguimientos.