En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, Marlaska ha asegurado que el Gobierno está poniendo desde el primer momento todos los medios necesarios para proteger a la ciudadanía de Ceuta y devolver «por los cauces establecidos» a quien están entrando de forma ilegal en la ciudad autónoma.
«Ceuta es tan España como Madrid, Sevilla o Barcelona», ha aseverado el ministro, que ha subrayado que el Ejecutivo «no va a cejar ni un minuto» para revertir la situación y seguirá «siendo contundente en la defensa de las fronteras».
Marlaska ha detallado que ya se encuentran en Ceuta los primeros refuerzos de policías nacionales y guardias civiles anunciados ayer, un contingente de 200 efectivos especializados en seguridad ciudadana y extranjería y fronteras.
Estos agentes se sumarán a los 1.100 agentes de ambos cuerpos que trabajan de forma permanente en la ciudad autónoma y que configurarán también patrullas conjuntas con los militares que están allí desplegados.
El ministro ha tildado la situación de «extraordinaria y excepcional» y, por ello, ha sostenido que la respuesta que el Ejecutivo está dando es también «extraordinaria», con los medios «precisos y necesarios para defender la integridad de nuestras fronteras».
Marlaska ha eludido pronunciarse sobre un posible conflicto diplomático con Marruecos, a cuyas fuerzas policiales acusan de dejación de funciones a la hora de controlar el paso fronterizo por mar desde el que «poco más de 6.000» inmigrantes han entrado de forma ilegal en las últimas horas.
Tampoco se ha referido, a preguntas de los periodistas, a si esta crisis migratoria se ha desencadenado a raíz de la presencia en un hospital de Logroño del líder del Frente Polisario Brahim Ghali.
«Estamos analizando las circunstancias que acontecieron ayer tratando de llegar a conclusiones», ha explicado Marlaska que ha recordado que estos flujos migratorios responden a motivos socioeconómicos, humanitarios, a la pandemia o a la «difícil situación de terceros países».
«Son tres años de política migratoria, con el reto de flujos migratorios a los que se enfrenta Europa en los que, como en otras ocasiones, se ha sabido dar respuesta», ha garantizado antes de señalar que viajará de inmediato a Ceuta y se reunirá con mandos policiales, el delegado del Gobierno y el presidente de la ciudad autónoma, Juan Jesús Vivas.
Antes de trasladarse a Ceuta y conocer de primera mano la situación, el titular de Interior ha insistido en las devoluciones se están haciendo acorde «a los protocolos establecidos», por lo que no se ha entregado a Marruecos a «ningún menor de edad».
Ha detallado que en los casos en los que se alberga duda sobre la edad del migrante, «en los próximos días se empezarán a hacer estudios para determinar su edad».
Tras insistir en que la política migratoria es una «política europea», Marlaska ha asegurado que no se va a pedir a Bruselas la cláusula de solidaridad, ya que se van a practicar las devoluciones: «Estamos trabajando en este sentido y desde el minuto cero la UE está con nosotros».
Precisamente, la portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, ha confirmado que durante toda la mañana el presidente Pedro Sánchez lleva «una ronda de llamadas» con diferentes autoridades marroquíes para pedir colaboración en la resolución de esta crisis, si bien ha indicado que es «la alta diplomacia» del Ejecutivo la encargada de estos contactos.
Montero ha lanzado un mensaje de «tranquilidad, confianza y solidaridad» con los ciudadanos españoles de Ceuta, Melilla y las localidades del sur de la Península, al tiempo que ha condenado de forma «clara y rotunda» los mensajes xenófobos que buscan criminalizar a los migrantes.
«Lo último que necesita una crisis es que dirigentes políticos utilicen el odio y el miedo», ha advertido Montero antes de pedir «responsabilidad, prudencia y sentido de Estado».