IAM/EP El ministro principal de Gibraltar, Fabian Picardo, ha acusado esta madrugada a España de practicar una política de acoso contra sus ciudadanos, y ha denunciado en concreto «sanciones económicas, restricciones físicas en la frontera, invasiones policiales y militares de las aguas territoriales de Gibraltar, disparos a gibraltareños inocentes e incendios y daños contra las propiedades de gibraltareños en España».
Según ha informado la ONU, Picardo se ha expresado así ante el Cuarto Comité de la Asamblea General de la ONU, que ha celebrado el 9 de octubre su quinta reunión. Picardo ha asegurado que, salvo en breves periodos, la actitud de los gobiernos españoles hacia el Peñón no es muy diferente de la que tenía el dictador Francisco Franco y que, pese a todo ello, Gibraltar ha estado dispuesto de manera permanente a hablar con España sobre todos los asuntos que no tengan que ver con la soberanía. Así, ha pedido a España que se mueva para afrontar los problemas reales y «deje de perseguir quijotescos molinos de viento». El ministro principal ha comparecido ante el comité para que evalúe su nivel de autogobierno y, en caso necesario, su estatus como territorio pendiente de descolonización, gracias a su Constitución de 2006. A su juicio, en esta nueva situación no tiene sentido el «silencio atronador» del Comité Especial para la Descolonización de Gibraltar y la referencia permanente a la necesidad de un acuerdo entre España y Reino Unido. También ha criticado que el presidente de ese comité especial, Rodolfo Reyes Rodríguez, haya declarado que hay situaciones coloniales «especiales y particulares» porque afectan a disputas de soberanía. Para Picardo, es insostenible intentar aplicar principios distintos a los territorios pendientes de descolonización sólo porque un Estado vecino tenga una reclamación territorial. Por su parte, el embajador español ante la ONU, Fernando Arias, ha subrayado que el Gobierno apoya el principio de autodeterminación en los territorios donde éste es aplicable, pero que no es el caso de Gibraltar porque el Tratado de Utrecht –por el que España cedió el Peñón a Reino Unido– sigue en vigor y, por lo tanto, la independencia de Gibraltar no es viable sin el visto bueno de España. Según ha explicado, el caso de Gibraltar es distinto al de otros territorios pendientes de descolonización, porque el aspecto clave es la integridad territorial y eso requiere negociaciones entre España y Reino Unido, negociaciones en las que Gibraltar no puede participar. Arias también ha acusado a Reino Unido de haber ocupado ilegalmente territorio y aguas en torno al Peñón y ha opinado que la ONU debería intervenir. El diplomático español ha respondido así al representante británico, que ha rechazado que el istmo fuese ocupado por los británicos ilegalmente y ha defendido que las aguas territoriales son consecuencia de la soberanía sobre un territorio, según la Convención de la ONU sobre Derecho del Mar. El representante británico también ha argumentado que con la nueva Constitución de 2006 Gibraltar y Londres tienen un vínculo «moderno y maduro» que no tiene nada que ver con una relación colonial.