IAM/D.C.
El ministro principal de Gibraltar, Fabian Picardo, percibió la tarde del jueves un nivel «notable de odio y violencia» en Algeciras, donde suspendió una conferencia por recomendación de la Policía debido a que unas 200 personas se habían congregado en los alrededores de la Escuela Politécnica para protestar contra la política del responsable del Gobierno del Peñón.
«Me entristece verdaderamente no haber podido hablar con ese grupo de estudiantes interesados en escuchar la visión del Gobierno de Gibraltar sobre el estatus legal» del Peñón, declaró ayer Picardo en un comunicado. «El visible nivel de odio y violencia del que fui testigo era francamente notable. Creo sinceramente que deberíamos hablar para resolver entre nosotros las cuestiones políticas. Con violencia e intolerancia no se conseguirá nada», señaló el ministro principal, que se definió como proclive al «diálogo». La Universidad de Cádiz (UCA) tuvo que suspender a última hora el acto programado para las 19.15 horas del jueves en el Campus Bahía de Algeciras, donde estaba previsto que Picardo pronunciara una conferencia sobre las relaciones entre Gibraltar y la comarca campogibraltareña. El acto fue suspendido a recomendación de la Policía por motivos de seguridad. Alrededor de 200 personas aguardaban en las inmediaciones de la Escuela Politécnica Superior de Algeciras con pancartas y banderas la llegada del ministro principal de la colonia, que tuvo que abandonar el lugar sin realizar su intervención. Sobre estos incidentes se pronunció también el PSOE que, a través de su vicesecretario provincial, Juan Carlos Ruiz Boix, pidió al Gobierno español «que se esfuerce por restablecer la normalidad en las relaciones de vecindad entre el Peñón y la comarca del Campo de Gibraltar». «Decisiones irracionales de Picardo, como los bloques de hormigón que debería retirar cuanto antes o declaraciones desafortunadas como las que realizó en torno a la Guardia Civil, no pueden justificar el clima de adversidad que se vive a ambos lados de la Verja», subrayó el también alcalde de San Roque. Ruiz Boix, que considera que estos lamentables episodios «jamás se habían vivido en la comarca», hizo un llamamiento al «sosiego» y apostó por que la diplomacia española «intervenga con una mayor eficacia de la demostrada hasta ahora».