IAM/Redacción Un ciudadano marroquí, con permiso de residencia en Francia, ha sido condenado a dos años de expulsión de España por haber intentado introducir de forma irregular a un inmigrante marroquí, que posteriormente reconoció ser un familiar.
Según la sentencia de la Audiencia Provincial de Cádiz en Ceuta, que es firme, el marroquí, identificado como Aissa T., reconoció ser culpable de un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros, concretamente por inmigración clandestina.Ha sido condenado a una pena de prisión de siete meses y quince días, que no cumplirá al carecer de antecedentes en España, aunque hoy mismo debe abandonar Ceuta y permanecer fuera del territorio nacional durante dos años.Los hechos ocurrieron el 23 de octubre de 2013 cuando el condenado conducía una furgoneta, con matrícula francesa, y se encontraba en el embarque del puerto ceutí a la espera de viajar hasta Algeciras.La Guardia Civil inspeccionó el coche y encontró a una persona sin documentación en el interior, tratándose de un inmigrante marroquí.El conductor negó haber percibido dinero por trasladar a esta persona a la península pero reconoció los hechos y dijo que se trataba de un familiar.