IAM/Redacción El proyecto “Happy Inside”, de la Fundación Made in Tarifa, es un sueño hecho realidad llevado a cabo por la empresaria Virginia Toledo, una mujer tarifeña que lleva varios años ayudando a los niños más desfavorecidos y marginados de la India.
Virginia, fundadora de Made in Tarifa , ha conseguido en los últimos años suministrar recursos a escuelas en condiciones muy precarias. Este año ha dado un paso más creando la “Escuela Happy Inside”, ubicada en el norte de la India, una de las zonas más castigadas por la pobreza, según informa dicha fundación. Miembros de Coordinadora Solidaria del Puerto de Algeciras, que la han apoyado desde el principio, la han acompañado en esta nueva aventura prestando toda su ayuda y sumándose al deseo de que los niños puedan ejercer su derecho más básico: acceder a una educación digna.La Escuela Happy Inside ofrece una oportunidad única a una parte de la población India que aún sigue excluida y marginada como le sucede a «la casta de los Intocables». Estos niños son a menudo víctimas de violencia, explotación y abusos. Son obligados a tareas indignas como recoger basura y limpiar baños públicos con sus propias manos e incluso mendigar en las calles bajo las ordenes de las mafias del país. Es una situación que padecen cientos de niños hindúes.
Sin duda alguna, este proyecto solidario es una motivación personal de Virginia para cambiar el modo de ver el mundo y la vida de muchas personas.-¿Cómo nació el proyecto Happy Inside?Virginia Toledo, es una reconocida empresaria del sector textil que vive en la localidad de Tarifa. Cada invierno viaja al continente Asiático en busca de telas para los diseños de ropa que vende bajo la marca Made in Tarifa. Hace tres años decidió que su equipaje solo serían dos maletas llenas de material escolar viejo que tenía por casa. Lo que no se esperaba, es que ese viaje cambiaría su destino y el de muchas personas. Virginia comenzaba un camino sin vuelta atrás, donde encontraría un nuevo sentido para su vida, su espiritualidad y su felicidad. El rumbo de Virginia se encaminó hacia la región de Pisangán, en el estado de Rajastán. En la escuelita de la remota aldea inició un acto caritativo que comenzaría a dar mucho significado a su vida y a la de los niños del lugar. En principio, donó esas dos maletas con lápices a más de 300 niños.
“Esos niños no tenían nada, pero a mí me lo dieron todo” apunta Virginia.Este acto le devolvió algo que no se puede comprar en ningún lugar del mundo: la fe y la esperanza que había perdido Virginia Toledo sentía que podía ayudar más, había comprobado que con lo poco que ella había hecho llevando esas dos maletas a India, allí había significado muchísimo: que más de 300 niños sonrieran felices como nunca antes había visto sonreír a un niño. Volvió a España con esas sonrisas dentro de su alma y una motivación adicional: convertir las dos maletas con las que había iniciado este sueño en 400 kilos de material escolar. Quería reunir todo el material posible y enviarlo a esa escuelita India desde España.Muchas personas mostraron su iniciativa para colaborar con ella. Clientes de Made in Tarifa, amigos, pequeños empresarios de la zona y sobre todo, los niños de Tarifa en las jornadas de concienciación que Virginia presentó a los colegios de la zona, donde donaron material escolar, redactaron cartas de motivación en Inglés. Poco a poco el vínculo entre los niños de España y los de la India iba adquiriendo un sentimiento bonito, pero sobre todo, solidario.
Ante la constante duda de poder transportar hasta India todo el material escolar recolectado, llegó un nuevo colaborador que ha sido un pilar fundamental en todo este proceso. Se trata de la Coordinadora Solidaria del Puerto de Algeciras, quien sin pensarlo dos veces, abrió sus puertas para ayudar y formar parte de este sueño. Con su ayuda, fue posible transportar los más de 400 kilos de material escolar entre Europa y el sur de Asia. La segunda entrega fue tan emotiva que Virginia comprobó que una sola persona podía cambiar su mundo radicalmente. No solo las maletas se transformaron en un proyecto real, ella también estaba transformando su destino. Sabía que por delante tenía un reto importante, debía creer y confiar en la posibilidad de lograr un imposible para cambiar su mundo y dedicarse a cambiar el futuro de todos esos niños a los que no se les estaba permitido estudiar.
Fue entonces cuando creó en 2016 la Fundación Made in Tarifa y empezó a soñar con construir una escuela. No para los niños que ya había visitado, sino para los niños Intocables, una parte de la población Hindú aún más excluida que no tienen derecho a la educación. Son comercializados por las mafias del país, que los mutilan y los maltratan para provocar más pena, ángeles de un cielo olvidado, condenados a una vida de mendicidad y torturas desde que son bebés.Lo que comenzó como una aventura en solitario iba camino de convertirse en algo de muchísima envergadura dentro de unas fronteras llenas de injusticias, obstáculos y precariedad-¿Cuál fue el proceso para construir la escuela?Durante todo este proceso, Virginia y sus colaboradores presentaron diferentes iniciativas solidarias. Una vez que pudieron recolectar el dinero necesario, Virginia marchó a India para buscar el lugar donde ubicar la escuela y empezar con el proyecto. Se llamaría Escuela Happy Inside, que significa “ser feliz por dentro”. Mientras ella organizaba todo el terreno y proceso de ejecución, los miembros de la Coordinadora Solidaria del Puerto de Algeciras preparaban las maletas para viajar hasta India y ayudarla en el proceso de la obra. Era la primera iniciativa solidaria Internacional de los estibadores.
Virginia nos cuenta, construir la escuela no fue tarea fácil. Muchos desplazamientos buscando una ubicación, dificultades con el idioma, duras negociaciones, presupuestos y contratación. Para ella sobrellevar la falta de recursos y el agotamiento físico y mental fue clave. Ningún desanimo le estaba permitido pues podría repercutir negativamente en la escuela, y lo que es lo mismo, en el porvenir de todos esos niños. Según nos comenta, en India las cosas funcionan a un nivel muy precario. Tuvo que aprender a convertir la lentitud y el desánimo en fuerza y coraje para continuar con la labor de seguir manteniendo esa lucha pacífica contra la falta de recursos y pobreza extrema que estaba emprendiendo en una ciudad al otro lado del mundo. Hubo muchos momentos donde se vino abajo, pero al final entre todos consiguieron cumplir su sueño.Fue una obra faraónica que se concluyó después de 3 años de trabajo, el pasado 23 de Marzo. Según el equipo de Made in Tarifa, aquel día en el que se abrieron las puertas de la nueva escuela Happy Inside pudieron descubrir el verdadero secreto de la felicidad. “Sólo se es verdaderamente feliz cuando se busca la felicidad de los demás y además, se consigue. No hay palabras que puedan expresar la sensación de gozo que me suponía ver a esos niños tan felices” agregó VirginiaActualmente hay 116 niños en la escuela donde se les enseña concienciación de limpieza e higiene personal, aprenden a leer, escribir y a crecer dignamente como cualquier niño se merece en el Siglo XXI.
Café Azul, Souk Restaurante, Marco Propierties, Rocío Díaz Flamenco y muchos amigos y personas anónimas hacen que, a través de sus donaciones, este proyecto salga adelante. Cada ayuda brindada se ha visto reflejada en los rostros de felicidad de los niños Intocables.
La fundación Made in Tarifa sigue buscando patrocinadores para poder seguir ayudando a estos niños en su nueva escuela, en orfanatos y en áreas castigadas de la zona de Rajasthan. Así mismo, abre un programa de viaje y voluntariado para todos aquellos que quieran conocer de primera mano India y la escuela Happy Inside. Virginia ha grabado todo el proceso de su aventura. Podéis ver los videos y conocer toda la información sobre el próximo viaje en su página web www.madeintarifa.esVirginia Toledo, la Fundación Made in Tarifa y el proyecto Happy Inside renuevan cada año su compromiso con los más desfavorecidos para mejorar significativamente su calidad de vida. Esperan seguir dando muchas más alegrías a los niños más vulnerables de la India. Sin duda alguna proyectos como éste son los que nos renuevan la fe y la esperanza en una humanidad generosa y bondadosa.