Así, apuntan que actualmente quedan dos aerogeneradores y la subestación eléctrica pero la falta de atención en esta zona ha provocado que el aerogenerador, que se encuentra en la parte inferior de la ladera, tenga las tres palas casi totalmente destruidas, y literalmente se deshace a pedazos, por lo que pueden encontrarse piezas de fibra de vidrio y resinas sintéticas a kilómetros de distancia debido al los fuertes vientos. Además, al faltarle la carcasa de la góndola, se están cayendo muchas piezas alrededor y se han podido producir vertidos de aceites. Se pueden observar cables que cuelgan varios metros de la góndola y otras piezas metálicas que podían caer en cualquier momento.
El otro aerogenerador se encuentra en la parte superior de la ladera, y el Círculo de Podemos alerta de que debajo de él se pueden observar manchas oscuras en la parte inferior, debidas a fugas de aceite y grasas. Antiguos trabajadores de este parque eólico aseguran que durante los últimos años de funcionamiento estos aerogeneradores sufrían grandes fugas de aceite, tanto hidráulico como de otros lubricantes; fugas que vertían directamente en el Parque Natural de los Alcornocales.
Por otro lado, una parte de la subestación eléctrica, que parece haber sido dedicada a almacén, está parcialmente derrumbada, y todavía se encuentra muchos productos químicos expuestos a la intemperie.
El Círculo Medio Ambiente de Podemos en el Campo de Gibraltar solicita que se ponga solución urgente a esta dejación y también destaca la importancia de realizar un estudio de contaminación de suelos circundantes ya que advierten de que es una zona donde los vientos llegan a superar los 100 kilómetros por hora, por lo que los aceites pueden haberse esparcido a una distancia considerable.