Ha acabado un ciclo, los ciudadanos han castigado al PSOE y colocado con mayoría absoluta al PP, tal y como preveía el guión. ¿Y ahora qué?
La debacle ha sido tal, que históricos parlamentarios como Salvador de la Encina pasan del congreso de los diputados a dar clases en el instituto, la culminación de poder de los populares se cerrará con la histórica consecución de la Junta de Andalucía en los próximos meses.
Terminó el tiempo de la palabra, ahora es el momento de que callen los oradores y veamos que se esconde detrás del modelo de gestión popular, no descubro nada, si afirmo que la paz social será una de las principales perjudicadas, los recortes serán imprescindibles y el crédito de Rajoy es el menor que ha tenido cualquier presidente, a la prima de riesgo por encima de los 500 puntos me remito para confirmar este extremo.
Atentos a UPYD, ya es la cuarta fuerza política en votos en Algeciras por ejemplo, a sólo 646 votos de IU, un aviso a navegantes que amenaza el bipartidismo y una fuerza a tener en cuenta a partir de ya.
Respecto a la “reconversión” del voto extremista vasco, sea, por fin se enteran que en democracia valen más siete parlamentarios que cien coches bombas; los catalanes sabes de esto mucho y han logrado más avances con la palabra que otros con secuestros y balas.
Un nuevo mapa político se presenta en España, un gobierno avalado con millones de votos, un PSOE con su peor resultado histórico y fuerzas emergentes o que vuelven con fuerza, como UPYD o IU, dibujan un mapa policromático y sin poder efectivo gracias a una mayoría absoluta que dejará las manos libres al PP.
Comienza la era Rajoy, contadores a cero y todo el crédito que otorga un mayoría absoluta soberana. Comienza el viaje y esta vez no tenemos margen de error.