IMA/Redacción Radiante de felicidad, el presidente de Vox, Santiago Abascal, ha recordado este domingo los inicios de su partido, desde sus primeros actos, hasta entrar en el Parlamento de Andalucía con 12 escaños.
“Algunos se reían pero nunca tiramos la toalla”. En su intervención ante los militantes y simpatizantes reunidos en un hotel de Sevilla, Abascal se ha felicitado por haber contado con el apoyo de “esos andaluces que decían que no cabían en su tierra, pero tienen hoy la llave de San Telmo (sede del Gobierno andaluz) para expulsar a la corrupción de la Junta”. “No os vamos a defraudar, por supuesto, y vamos a ir hasta el final para defender las ideas con las que nos hemos comprometido y por la que todos nosotros nos habéis votado”, ha dicho, y ha enfatizado que Vox “es sólo un instrumento al servicio de España”.Se ha mostrado confiado en que los resultados de Andalucía muestren “un camino a todos los españoles, porque los andaluces han hecho historia como otras tantas veces la han hecho a lo largo del tiempo, y lo han hecho porque los andaluces están muy preocupados, entre otras cosas, porque el golpe de estado haya pasado del palacio de la Generalidad al de la Moncloa”. Ha dicho a los militantes que van a “saber interpretar muy bien ese mensaje y no vamos a defraudar las expectativas” y se ha felicitado por haber “espantado de Andalucía al comunismo chavista que representan Pablo Iglesias y compañía”.
El PSOE y Susana Díaz, sin embargo no han ocultado su decepción ante el fracaso de la formación y han advertido del peligro de la extrema derecha: “Hay que parar a la extrema derecha en Andalucía. Ha habido gente que se ha quedado en su casa , se ha visto en la abstención, por la bajada de siete puntos de participación con respecto a 2015. Cuando irrumpe un partido como Vox, hay que hacer un llamamiento al resto de fuerzas políticas para que la extrema derecha no sea la llave del gobierno en el Parlamento, es un partido xenófobo. Abriré el diálogo con el resto de partidos para frenarla pero si el resto quiere abrirse a la extrema derecha que lo digan”, ha aseverado. “Es una noche triste porque hay gente que no ha querido confiar en nosotros. La mala noticia no es la bajada de la izquierda, debemos ser un dique de contención y a partir de ahí que cada uno diga lo que quiera hacer, o bien sumar votos y condicionar la gobernabilidad a la extrema derecha. La responsabilidad del PSOE de Andalucía será a partir de mañana, diálogo con todas las fuerzas para evitar que la extrema derecha sea quien decida el gobierno de Andalucía”.
El tercer partido en discordia, Ciudadanos, segunda fuerza política en Andalucía. Sergio Romero, candidato al Parlamento de Ciudadanos en la provincia no ha ocultado su alegría. “Ciudadanos hoy representa el cambio. En Cádiz os dije que el 2 de diciembre sería el día D, y hoy estamos cambiando la historia de Cádiz y de Andalucía. ‘Ahora, sí’ y ha costado el esfuerzo, nos hemos dejado la piel, hemos abandonado a la familia, pero ha merecido la pena, después de 37 años de apatía y mediocridad, llega el cambio en Andalucía .Agradecer el trabajo del partido, de los apoderados, defendiendo al partido en cada colegio electoral y particularmente quiero agradecer a Almudena Camacho, su labor. Llega la transparencia y el progreso a esta provincia que tanto lo necesita. De nueve diputados, hemos pasado a 21, y como eslabón de una cadena que se hace más fuerte, nadie es más importante que nadie, toda la provincia se ha teñido de naranja, muchas gracias”.
En el caso del Partido Popular, su candidato a la Junta, Juanma Moreno, ha anunciado que se presentará a la investidura como presidente del Gobierno andaluz y ha hecho un llamamiento “a todas las fuerzas que quieren un cambio” para negociar un acuerdo: “Han acabado cuarenta años de hegemonía socialista en Andalucía”. “El mandato de los andaluces ha sido nítido, quieren cambiar, quieren un nuevo gobierno en Andalucía”, ha agregado Moreno en rueda de prensa, arropado por toda la cúpula directiva del PP-A.El líder del PP, Pablo Casado, ha hablado por teléfono con Moreno y le ha trasladado la necesidad de que lidere “el cambio histórico” en esta región. Casado y Moreno, han indicado fuentes del PP, han mantenido una conversación telefónica tras conocerse los resultados de las elecciones andaluzas, en las que el PP ha perdido siete escaños, aunque podría gobernar si alcanza un acuerdo con Ciudadanos y con Vox. La suma de esos tres partidos daría una mayoría absoluta de 59 escaños, cuatro más de los necesarios para investir al presidente de Andalucía.Recibido entre aplausos y gritos de ‘Sí, sí, el cambio ya está aquí’ y de “¡Presidente, presidente!”, Moreno ha asegurado que “Andalucía quiere cambio y habrá cambio” y que ya mismo se pondrá a trabajar “de manera inmediata” para hablar con todos los grupos con representación parlamentaria “con un objetivo: alcanzar una mayoría alternativa”.