Varios establecimientos de la calle San Sebastián se han visto obligados a cerrar temporalmente sus puertas debido al avance de las obras vinculadas al proyecto de La Tarifeña, promovido por el Grupo Q. Los comerciantes afectados denuncian que la situación se ha producido “por imprudencia y falta de previsión” de la empresa responsable y lamentan que, hasta la fecha, “nadie del grupo se ha puesto en contacto para interesarse por las pérdidas económicas ni por la situación de las plantillas”.
Los cierres se producen en plena temporada alta invernal para el comercio local, afectando a negocios que permanecen abiertos todo el año. Entre ellos figura —según trasladan los propios vecinos y empresarios— una conocida tienda de comida para llevar, además de otros locales cuya actividad diaria se ha visto interrumpida por la imposibilidad de acceder o trabajar con normalidad durante los trabajos.

Los comerciantes señalan que “no ha habido ni una llamada, ni una explicación, ni un gesto mínimo de consideración”, y denuncian que la situación implica pérdidas significativas en un periodo clave para la economía de la zona. La Federación de Empresarios de Tarifa siquiera se ha significado ni mostrado apoyo.
Un proyecto bajo polémica desde sus inicios
Las obras vinculadas a La Tarifeña acumulan, desde hace años, un largo historial de controversias en Tarifa. Colectivos vecinales y fuentes del sector recuerdan que el proyecto ya fue objeto de fuerte oposición cuando, en una fase previa, se produjo el derribo de una manzana en la que existía —según testimonios de los propietarios— resistencia a la demolición por parte de algunos dueños.
También se señala como uno de los episodios más delicados la presunta destrucción de un posible resto arqueológico hallado en el entorno de la obra, que —según denuncian entidades locales— fue retirado antes de que técnicos de Cultura pudieran verificar su valor patrimonial.

A ello se suman incidencias laborales registradas durante el desarrollo del proyecto, incluyendo accidentes de gravedad que, de acuerdo con fuentes sindicales y profesionales del sector, reforzaron la percepción de que se trata de “una obra permanentemente en el punto de mira”.
Impacto directo en el tejido económico de la calle
El cierre forzado de negocios en la calle San Sebastián supone un nuevo episodio de tensión entre los afectados y la promotora. Los comerciantes insisten en que el daño no es solo económico, sino también social, al tratarse de locales que generan empleo estable y actividad durante todo el año.
Los empresarios reclaman interlocución, planificación y medidas de mitigación que permitan compatibilizar el avance de las obras con la supervivencia del comercio local, mientras la calle San Sebastián vuelve a situarse en el centro del debate urbano de Tarifa.















