La plataforma ciudadana Tarifa No Se Vende ha emitido un comunicado en el que expresa su rechazo al uso de cargos públicos para señalar o desacreditar a personas o colectivos que ejercen su derecho a la participación ciudadana. El movimiento, surgido en defensa de un modelo urbano sostenible, reclama un debate sereno, basado en datos y no en desinformación o ataques personales, en torno a uno de los temas más sensibles para el municipio: la vivienda.
“Defender el medio ambiente, la legalidad y el interés general no es ir contra Tarifa, sino todo lo contrario: es trabajar por un futuro justo, sostenible y respetuoso para todos los vecinos y vecinas”, afirma la plataforma.
El colectivo reclama responsabilidad institucional y un clima de convivencia democrática, donde cualquier ciudadano pueda expresar su opinión sobre el desarrollo urbanístico sin miedo a represalias.
La reivindicación llega en un momento en el que los datos confirman la creciente tensión del mercado inmobiliario en Tarifa. Según el último informe del Portal Estadístico del Notariado de España, el precio medio de la vivienda en la localidad alcanza ya los 328.495 euros, con un valor del metro cuadrado muy superior al de la media provincial (184.317 €). En apenas una década, el coste de comprar una vivienda en Tarifa ha crecido de forma sostenida, impulsado por la demanda turística y la inversión foránea, lo que ha dejado fuera del mercado a buena parte de la población local.
El resultado es un escenario donde los jóvenes tarifeños y las familias trabajadoras encuentran cada vez más difícil acceder a una vivienda digna, mientras el parque residencial se orienta progresivamente hacia la segunda residencia y el alquiler vacacional.
Desde Tarifa No Se Vende insisten en que el debate sobre el futuro urbanístico del municipio debe centrarse en soluciones reales: políticas de vivienda pública, control de precios en el alquiler, límites a la turistificación y una planificación que priorice el interés general por encima del beneficio especulativo.
La plataforma concluye su comunicado recordando que “Tarifa pertenece a quienes la habitan todo el año”, y que su objetivo es garantizar que siga siendo una ciudad viva, habitable y accesible, no un escaparate estacional reservado para unos pocos.















