Este Malagueño que se enamoró de Tarifa allá por los años ochenta y realizó incontables idas y venidas a nuestra ciudad, hasta que en el año dos mil, decidió quedarse ¨…Y dije yo, aquí me entierran. Yo muero en este sitio¨, nos contaba.
La pesca y más concretamente la del atún, era su pasión, hasta que un día decidió cerrar sus negocios, vender un restaurante que tenía en Marbella y apostar por la compra y alquiler de cota de atún y se lanzó a invertir. De ahí, se fue reinventando y pasó a ser la familia Mackintosh la que decidió salir a faenar y hacer de una afición, una forma de vida.
Pero Juan Carlos no es un a persona que se quede en la superficie de las cosas y en esa propia búsqueda, ante la insatisfacción del funcionamiento del sistema de vender en lonja, decidió vender directamente empezando por un solo restaurante en Marbella. Pero no paró ahí. Miró hacia los mayores consumidores y con más cultura en el disfrute de comer atún y quiso implantar el arte de pesca que se utilizaba en Japón. Hasta allí viajó en 2016 para aprender la técnica del ¨Greenstick¨ para pescar, el ¨Ikejime¨ para el sacrificio y todo el proceso que allí se usaba para mantener la mejor calidad de la carne del túnido.
Desde entonces, la empresa no ha parado de crecer con nuevos proyectos, mejores infraestructuras, empleando cada día a más personas de Tarifa y sin dejar de recibir reconocimientos año tras año. En 2019, ¨…Por una casualidad y gracias a mi amigo Manolo Blanco, del restaurante El Ancla…¨ , así define el propio Mackintosh el lanzamiento de uno de sus productos estrella, la ventresca ahumada, ¨una casualidad¨. Pero para que esas casualidades vean la luz, tiene que haber una inversión de tiempo y dinero que conlleva un riesgo que hay que asumir y él lo hizo. Volvió a salirle bien la apuesta y poco a poco ha ido colocando como referente de atún a Tarifa, como ya vimos en FITUR.
La evolución de una sociedad se basa en el continuo crecimiento y en la capacidad de adaptación de la misma y desde JC Mackintosh, no paran de hacerlo para estar siempre bien colocado en el mercado tanto local, como nacional, como internacional. Empezó con cuatro personas y van por veintitantos y creciendo. Vende atún, experiencias de pesca en sus barcos y no deja de innovar y buscar nuevos horizontes. Incansable en el trabajo, ha ido despacio, pero siempre en trayectoria ascendente. No llevamos ni un mes de este 2023 y acaba de recibir un reconocimiento más de la Mancomunidad del Campo de Gibraltar a la excelencia empresarial. Los premios y reconocimientos, no son más que la confirmación de que uno está haciendo las cosas bien y en este caso, es bueno para su empresa y lo es para Tarifa y su gente.
Un comentario
Muy buen artículo que refleja perfectamente el hombre y la marca.