Los Verdes de Europa-Tarifa manifiestan su indignación ante la proliferación de instalaciones junto al BIBO sin que las administraciones actúen acorde al Principio de Precaución para con la conservación de las aves silvestres que señala la prevención de diversos factores, como las repercusiones de las actividades humanas y en particular la destrucción y la contaminación de sus hábitats como son la contaminación acústica y lumínica, entre otros.
Señalan el cinismo por parte de las administraciones, que exigen a la ciudadanía cumplir con las leyes, mientras que éstas, las omiten sistemáticamente destruyendo con ello los principios básicos de un Estado de Derecho.
La propia Constitución española (artículo 45), parecería ser la gran desconocida para administraciones y políticos, ya que manifiesta claramente que: los poderes públicos velarán por la utilización racional de todos los recursos naturales, con el fin de proteger y mejorar la calidad de la vida y defender y restaurar el medio ambiente, apoyándose en la indispensable solidaridad colectiva.
Dicen, que se encuentra citado en la documentación del Proyecto técnico del Eolo/BIBO, que pretendía ser un edificio aislado que cause el menor impacto posible en el medio. La realidad es que, ni es un edificio aislado por encontrarse colindante a otro chiringuito ( Tangana), y, con la nueva aparición del ION-Club entre ambos, el impacto acústico, lumínico y de residuos va yendo en aumento. Al no realizar el preceptivo Estudio ambiental, declaran, siguen acumulándose los proyectos.
La portavoz del grupo Rosmarie Hennecke señala que,
«venimos anunciando, advirtiendo y denunciando los problemas y las ilegalidades que se cometen para con la Red Natura 2000 junto a Asociaciones vecinales y colectivos ecologistas, pero los oídos sordos a nivel nacional no desaparecen».
La Comisión europea indica una y otra vez que los mecanismos de defensa jurídica se encuentran en el propio país miembro. Coherente, pero inefectivo por estos lares. La corrupción nos ha llevado a la falta de prevención medioambiental y así acabamos en la destrucción de una sociedad que tenía otros valores merecedores de volver a recuperar.
«Nuestro medioambiente depende de la prevención en todo sentido”.
El grupo verde, opina que,
«en el caso que nos incumbe, es irrisorio considerar que la ciudadanía tiene mecanismos de defensa ante las inacciones continuadas por parte de todos los responsables. El BIBO y el ION-Club se encuentran situados sobre un Bien de Interés cultural y, si el Ayuntamiento no es capaz de retirar esas instalaciones declaradas por él mismo como “desmontables”, la potestad debe ser ejercida subsidiariamente por el Parque natural del Estrecho y/o la propia Consejería de Cultura que ha declarado como BIC el lugar, caso contrario, opinan el artículo 45 de la Constitución española, leyes y directivas son mero espejismo».