«Pues sí, en verano en Tarifa no se duerme ni se descansa (pobres los desgraciados tarifeños que tienen que trabajar, la vecina que vive en un sitio tranquilo y alquila su piso le importa un comino que sus vecinos trabajen, ella cobra en dinero B a los que montan en verano fiestas en su casa), Tarifa masificada -forma parte del gran desarrollo que nos venden los políticos-, pero ahora Tarifa, poco después de la feria se cierra, se vacía, y muchos trabajadores a cobrar el paro. Si bien en Navidades hay cierto destello de economía turística, hasta semana santa todo es cobrar el paro, y vuelve el ciclo: nuestro sabio gobierno maquillador de cifras a lo que antes se conocía como parado ahora se le llama “fijo discontinuo”, lo de siempre que a unos cuantos – no pocos- le interesa que así siga como los últimos 40 años, no sólo en Tarifa sino en todos los sitios masificados de turismo de España.
Y luego escuchamos que de las pocas industrias alimentarias como es la conservera, que da eso que se llama trabajo durante todo el año y que tanta riqueza ha dado a la zona durante tantos años, entre papeleos, leyes administrativas, no sé qué rollos que habrán por ahí, y -como casi siempre- políticos ineficaces por activa o pasiva, poco a poco se acerca a su cierre definitivo (hace años que se habla). En fin, nuestra Tarifa que ya es la de los turistas, que antaño fue rica como lo es en recursos naturales bien aprovechados, que daba trabajo -claro que siempre hubo tiempos malos- pero daba trabajo, y ahora da pisos turísticos y juergas de alcohol y otras cosillas en el paseo marítimo…hasta que se cierra en verano y vuelta a empezar.»