EL COMENTARIO DEL DIA:
Isabel.
«Lu Gutiérrez vale te lo compro es mas es hasta lógico. Pero que piensas sobre la constitución en el último examen dieciséis preguntas. Esto tambien va a servir para no tener un accidente laboral?»
NOTICIA COMENTADA
Abierto el plazo para optar a 27 plazas de limpiadoras en edificios públicos de Tarifa
Debate en Tarifa por los requisitos de estudio en las plazas de limpieza municipal
Las bases de la nueva convocatoria de plazas de limpieza municipal en Tarifa han generado un intenso debate entre vecinos y vecinas en redes sociales. El motivo principal de la polémica es la exigencia de estudiar temarios y superar pruebas para acceder a estos puestos, algo que muchos consideran excesivo para este tipo de trabajo.
Algunos participantes defienden la medida, subrayando que la labor de limpieza requiere conocimientos de seguridad, manejo de productos químicos y técnicas de desinfección. Así lo expresaba Lu Gutiérrez: “Sí hay que estudiar, porque se manejan químicos y hay que entender normas de salud y seguridad”.
Sin embargo, la mayoría de comentarios se muestran críticos, señalando que debería primar la experiencia y las ganas de trabajar. Otros vecinos apuntan que los temarios son desproporcionados y pueden excluir a personas sin acceso a recursos tecnológicos o con dificultades de estudio, como señalaba Isabel: “Habrá quien no tenga ni la opción de tener los temas o la facilidad de entenderlos”.
Algunas opiniones, como la de Carmen Herrera, reprochan al Ayuntamiento que complique el acceso a un trabajo básico: “Me parece muy fuerte que un ayuntamiento que está para ayudar al pueblo haga esto”. Otros lo expresaron con ironía: “Por poco piden título universitario para optar a estas plazas”, decía Morjane González.
También hubo testimonios desde la experiencia, como el de María Cabello Mesa, trabajadora del sector, que recordaba lo duro y poco valorado del oficio: “En pocas horas y por poco sueldo limpias un castillo. No lo recomiendo”.
El debate refleja la tensión entre la profesionalización de los servicios públicos y la percepción social de un empleo históricamente infravalorado, pero esencial para la comunidad.