IAM/Reducción En Bruselas, los ministros de Pesca han acordado rebajar la cuota de pesca del voraz del Golfo de Cádiz en un 51% para 2015 y en un 52% para 2016. Un acuerdo con el voto en contra de España y Portugal. La comisión europea proponía un 60% y la ministra española García Tejerina pedía una reducción de sólo el 10 por ciento.
Mientras la almadraba tiene echada el ojo hacia Génova donde el ICAAT decide su futuro más inmediato y en el que armadores y almadraberos tienen depositada su confianza para que se aumente la cuota de captura que garantice la supervivencia del arte de pesca, la flota artesanal del Estrecho recibe desde más al norte, desde Bruselas un nuevo varapalo para sus intereses con la concreción para el próximo año de hasta el 15% de las capturas totales del voraz de Tarifa. Eso supone que de las 600 toneladas de besugos a repartir entre toda la flota española, el próximo año se pasará a un volumen de captura máximo de 306 toneladas.
La consejera de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural de la Junta, Elena Víboras, ha asegurado que con la rebaja superior al 50 por ciento aprobada este lunes por los ministros de Pesca de la Unión Europea para la pesca del besugo o voraz en el golfo de Cádiz, la UE «se ha comportado mal con España y muy mal con Andalucía». En declaraciones a los medios a la finalización de la reunión, facilitadas por la Consejería, la titular andaluz de Pesca ha afirmado que «ni España ni Andalucía pueden estar satisfechas con este acuerdo». En este sentido, ha explicado que tanto el Gobierno de la Nación y la Junta «nos hemos defendido, pero la Unión Europea no ha querido en esta ocasión y, sin embargo, ha aceptado las pretensiones y las peticiones que se han hecho por parte del resto de la Unión Europea, que tiene intereses costeros».
La UE ha aceptado lo que se le ha planteado por parte del resto de los países y con España, y en concreto con la zona nueve, la que se corresponde con Andalucía, es decir, el Estrecho de Gibraltar, Algeciras, Tarifa y Conil, ha planteado una reducción de un 52 por ciento para el ejercicio 2015 y un 51 por ciento para el año 2016. A pesar del drástico recorte, España ha conseguido frenar lo previsto por la Comisión Europea que quería una reducción del 62%. Según Víboras, de concretarse esa reducción «supondría dar la puntilla a la flota de pesca en aguas profundas de los puertos andaluces, especialmente de Algeciras, Tarifa y Conil, que se dedican a la captura de esta especie». En esta línea, ha resaltado que España ha hecho unas críticas «muy duras» al respecto, «bien hechas y apoyada, exclusivamente, por Portugal».
No obstante, Víboras ha asegurado que «seguiremos peleando porque nos parece injusto». «Ha sido arbitrario, no ha habido seriedad y así se lo hemos transmitido a la Unión Europea porque ha tenido una manera muy diferente de comportarse ante una situación muy similar relacionado con el bacalao».
En este caso, según la consejera, «comenzó con una disminución del 48 por ciento y terminó en un siete por ciento». «¿Por qué este trato discriminatorio con respecto a España?», ha criticado.
Víboras ha reiterado que España y Andalucía «hemos dicho que estamos absolutamente en desacuerdo y que no es científicamente serio lo que acaban de hacer». «Y, por supuesto, la Unión Europea se ha comportado mal con España y muy mal con Andalucía». La consejera también ha recordado que, en los últimos años, la flota andaluza ha observado una disminución en las capturas, siendo la causa principal de esta situación la entrada en la pesquería de embarcaciones procedentes de Marruecos, que no están sometidas a ningún Plan Específico de Pesca, mientras que la flota andaluza «sí está sometida, desde hace años, a estos planes con exigentes medidas de gestión, como ha sido la reducción del esfuerzo pesquero».
Por ello, la reducción que propone la Comisión Europea de reducir los Totales Admisibles de Captura (TAC) «no tienen ningún sentido si a Marruecos, que comparte la pesquería del besugo con España, no se le impone ninguna medida restrictiva, al no ser miembro de la Unión Europea», ha reiterado la consejera.
Ante esta situación, es necesario que la Comisión Europea entable negociaciones con las autoridades marroquíes para «evitar un escenario desigual e injusto tanto en regulación pesquera como en accesos a posibilidades de pesca entre las flotas europeas y marroquí», ha explicado.
El objetivo es, «llegar a una gestión sostenible, compartida y con medidas comunes, a ambos lados del Estrecho, sobre el stock de besugo. En caso de no ser así, llegaríamos a la desaparición de la pesquería europea en beneficio de la marroquí», ante lo cual «habría que exigir la adopción de medidas comerciales que evitasen la venta de besugo en el mercado español», subrayó.