TCAM/EP La implantación de la Ley antitabaco de 2006 en España ha permitido reducir en un 11% el número de infartos agudos de miocardio, según datos del estudio Registro de Girona del Corazón (Regicor), una investigación en la que colaboran el Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas (Imim), el Hospital Josep Trueta, el de Blanes y el instituto de Investigación en Atención Primaria (Idiap) Jordi Gol.El descenso se ha observado especialmente en la población de 65 a 74 años y en los no fumadores, debido sobre todo a la reducción de la exposición pasiva al humo del tabaco, según ha informado el Imim en un comunicado.Es estudio se publica en la revista ‘PLoS One’, y toma como referencia los datos de 3.700 infartos que ocurrieron en Girona entre 2002 y 2008, analizando la reducción que se produjo después de la entrada en vigor de la ley antitabaco en 2006.El coordinador del grupo de investigación en epidemiología y genética cardiovascular del Imim, Roberto Elosua ha especificado que la reducción se observa especialmente en los no fumadores –un 15%– y en los mayores de 65 años –un 18%–, lo que achaca a que la ley ha sido especialmente positiva en la reducción de la exposición pasiva al tabaco.La cardiopatía isquémica, una enfermedad que se produce porque no llega suficiente sangre al corazón, causó más de 35.000 muertes en España durante 2011, y más de 52.000 pacientes ingresaron como consecuencia de un infarto agudo de miocardio –una de las consecuencias más graves de la cardiopatía isquémica–.Además del impacto para la salud de los enfermos, el infarto agudo de miocardio tiene un gran impacto también a nivel económico, ya que los expertos estiman que el coste anual en España de la atención a esta enfermedad representa unos 1.460 millones de euros al año.El tabaco constituye uno de los principales factores de riesgo para sufrir un infarto, por lo que se estima que el tabaquismo es el responsable del 20% de la carga de enfermedad cardiovascular, y que la exposición pasiva al humo de los cigarrillos causa alrededor de 2.500 muertes –el 7% del total de muertes por esta causa–.Aún queda pendiente analizar los efectos de la ley que entró en vigor en 2011, más restrictiva con el humo en los espacios públicos, los autores del trabajo apuntan que los resultados observados hasta la fecha «apoyan ya la eficacia de este tipo de legislación».