AMI Peugeot, en el acceso norte a la ciudad, ha reabierto este lunes sus oficinas y su taller, con una serie de medidas de seguridad y de protección que garantizan a sus clientes, que poco a poco han ido regresando esta semana a sus instalaciones.
Nada más entrar, el cliente se encuentra con carteles informativos en la puerta, así como con mesas a la entrada donde cuaslquier cliente tiene a su diposición geles hidroalcohólicos, mascarillas y guantes.
La visita a la oficina se realiza siguiendo un itinerario fijo, marcado tanto para la entrada como para la salida. Una medida que recuerda a las visitas guiadas de Ikea, y que son un aval para evitar las aglomeraciones.
En las mesas, la distancia de seguridad entre empleados se refuerza con pantallas protectoras para la cara, así como una pantalla móvil de metraquilato para instalarla en cada mesa donde se atienda al publico.
También se han extremado las medidas de seguridad en los coches de exposición, separados por tres metros de distancia, y todos los cuales, además, han sido previamente desinfectados, lo que ofrece garantías al cliente que quiere probarlo. Cada vez que un cliente prueba un coche, se procede automáticamente a la desinfección mediante dos máquinas de ozono y geles bactericidas desinfectantes a emplear en los espacios que hayan sido tocados o usados por el público.
Sector estratégico
La responsable de Calidad de AMI Peugeot, Silvia Molina, explica que el sector afronta esta fase de desescalada «con cautela. Todo parece que está empezando, pero con mucha lentitud», aunque subraya que «también es cierto que un coche se ha convertido en un artículo de cierta necesidad y como han reducido todas las capacidades del transporte público, quizá a la gente le dé más seguridad tener un vehículo privado».
Silvia Molina ahonda en que el sector de la automoción «es fundamental en la economía de un país, porque mueve mucho». Por ello, considera que si, debido a la crisis del coronavirus, «no se mueve lo suficiente, el Gobierno debería articular algún tipo de apoyo».
No obstante, el sector se está incorporando a la actividad aún con marchas cortas: «Estamos no todo el personal trabajando, porque estamos esperando un poco a que se produzca la desescalada. Conforme se vaya moviendo un poquito, poder reincorporar al resto».
Por eso, la responsable de Calidad de AMI Peugeot entiende que «hay que ser prudentes, y no hay que tomárselo a la ligera. Es verdad que es un gasto importante el mantener todas estas medidas de seguridad, pero en cierto modo, hasta que no avancemos lo suficiente, habría que mantenerlas por la seguridad de todo el mundo».
«Al final, una empresa funciona como una familia, y si cuidas de ellos, cuidas del que entra por la puerta. La salud es impagable. Por eso, yo creo que merece la pena seguir con estas medidas el máximo tiempo posible y salir de esta, y que no volvamos otra vez a otro confinamiento, porque eso sí sería ya un desastre en todos los sentidos», concluye.