IAM/EP La corrupción y el fraude repitió en marzo como el segundo problema del país según los españoles, alcanzando un nuevo máximo histórico en las series del Centro de Investigaciones Sociológicas CIS). También vuelve a subir la preocupación por la clase política.
El Barómetro de Opinión del pasado mes de marzo se realizó en los 12 primeros días de dicho mes, tras los ecos del ‘caso Bárcenas’, que el día 2 volvió a centrar la atención de los medios de comunicación al hilo de que el extesorero del PP denunciara a su partido por el robo de dos ordenadores, tras haberlo demandado antes por despido improcedente pidiendo una indemnización de más de 900.000 euros.
Según la encuesta, el primer problema de España sigue siendo el paro, mencionado en el 81,6 por ciento de los cuestionarios, cifras similares a las de meses anteriores. En los días en que se hizo la encuesta se conoció que el desempleo registrado en el antiguo INEM superaba por primera vez los cinco millones de personas.
PEORES DATOS QUE EN LOS AÑOS DEL CASO ROLDÁN
Lo que sube cuatro puntos en apenas un mes es la inquietud por la corrupción y el fraude, mencionada en el 44,5 por ciento de las respuestas. En febrero, tras la eclosión del ‘caso Bárcenas’ con sus cuentas en Suiza y sus ‘papeles’, ya había subido al 40 por ciento, superando los registros de la primera mitad de los noventa, bajo Gobierno socialista, los años de casos como Roldán, Mariano Rubio, etcétera.
A lo largo de buena parte de 2012, la corrupción apenas era citada como un problema en el 1 por ciento de cuestionarios y sólo al final, en diciembre, llegó hasta el 17,2 por ciento.
En tercer lugar figuran los problemas económicos, que hasta enero venía ocupando el segundo puesto. En marzo marcaron un 34,4 por ciento, 4,5 puntos menos que en enero y 15 puntos menos que un año antes.
La cuarta plaza vuelve a ser para los políticos, citados como un problema en el 31,4 por ciento de las entrevistas. También supone un récord, pues el mes anterior ese porcentaje estaba en el 29,7 por ciento y en los últimos años su mayor cota estaba en el 30,5 por ciento de octubre de 2012.
EMERGE LA PREOCUPACIÓN POR LOS DESAHUCIOS
Detrás figuran problemas como la sanidad (10,1 por ciento) y la educación (6,1 por ciento), mientras emergen en la lista los desahucios, con un 5,5 por ciento, superando la preocupación por los recortes (4,8 por ciento) o los bancos (4,6 por ciento).
En cuanto a los asuntos que los ciudadanos consideran que más les afectan personalmente, el paro aparece en primer lugar (53,3 por ciento) seguido de los problemas económicos (34,7 por ciento). En esta clasificación subjetiva la corrupción se queda en un 13,3 por ciento y los políticos están en el 10,5 por ciento.
El barómetro del pasado mes de marzo también pone de manifiesto que los españoles mantienen una percepción negativa tanto de la situación política como de la económica. Así, un 84 por ciento de los encuestados juzgan «mala» o «muy mala» la situación política del país, un porcentaje similar al de febrero, cuando esta cifra llegó hasta el 85,7 por ciento. Sólo el 1,4 por ciento la considera «buena» o «muy buena».
Asimismo, desciende ligeramente respecto del mes pasado los que creen que el mundo de la política está peor que hace un año, pasando del 56 por ciento en febrero al 54,6 por ciento de marzo, y se mantienen en su posición quienes auguran que seguirá empeorando en el próximo año (37,9 por ciento).
PESIMISMO EN CUANTO AL EMPLEO
Algo parecido ocurre cuando se pregunta a los encuestados sobre la coyuntura económica. Un 92,4 por ciento de los consultados la definían como «mala» o «muy mala» en marzo, un porcentaje prácticamente similar al de febrero. Sólo un 0,3 por ciento cree que es «buena» o «muy buena». Además, casi el 70 por ciento opina que ha empeorado en el último año y cuatro de cada diez españoles pronostican que irá a peor en 2014.
En este sentido, el Barómetro correspondiente a marzo también desvela que casi siete de cada diez parados ven «poco o nada probable» encontrar trabajo en los próximos doce meses frente al 25,2 por ciento que lo ven «muy o bastante probable».