Dado que, según refieren también testigos presenciales, los hechos podrían ser constitutivos de delito, se hace urgente se aclare el asunto con máxima celeridad y transparencia y, como es lógico y preceptivo, presente su dimisión o sea sancionado el responsable público que actúe al margen de las normas, por el bien de una población sobrepasada por los modos y maneras antidemocráticas utilizadas, en ocasiones, por el Sr. Gil y miembros de su partido con responsabilidades en el Consistorio. Baste recordar la extorsión ejercida contra un colectivo como la asociación Cigüeña Negra, cortando el suministro eléctrico a la Estación Ornitológicade Tarifa, edificio municipal donde opera, y exigiendo la destitución de su director. La población tiene una lógica democrática que consiste en que sus representantes políticos respeten las leyes y las normas y esperan de ellos ejemplaridad. Hemos de acabar entre todos con este ejercicio de poca vergüenza y de desprecio ciudadano que nuestros prohombres de la política y la empresa vienen protagonizando. Política es respeto y servicio.Es lamentable que, de forma reiterada, se haya creado una imagen tan vergonzosa de la máxima representación de nuestra ciudad. Sus votantes, el Partido, en el que por último ha recalado, y en general la población de Tarifa, no se merecen un escándalo tan insultante; ni siquiera nos merecemos la expectativa de que este tipo de comportamiento sea posible por quienes ostentan el respaldo democrático de un porcentaje amplio de la población. Un pueblo no puede vivir acostumbrado a que sus dirigentes se comporten así y mucho menos a que estos se consideren en el derecho de comportarse por encima de la ley.
