IAM/Redacción La Asociación Cultural, “Tarifa-1812” se lamenta por el estado de abandono del enclave histórico. Y no solo eso sino que ha denunciado “la pérdida progresiva de parte de su patrimonio histórico” que se localiza en la isla tarifeña que se remonta a épocas anteriores a la presencia de los fenicios.
Según la asociación, con su presidente el historiador, Juan Antonio Patrón a la cabeza, “la Isla, la joya de la corona del Parque Natural del Estrecho, por su valores paisajísticos y medioambiental, lo es también por el patrimonio histórico que atesora y que la convierte en un verdadero catálogo único de cómo ha evolucionado el arte de la fortificación militar desde el XVIII hasta mediados del siglo pasado. Sin embargo, mientras se elaboran catálogos y se debate su futuro en un grupo de trabajo del que nada se sabe desde hace meses y se mantiene un estéril debate cuyas conclusiones duran demasiado tiempo, nada se hace por conservar ni mantener los restos fortificados que se conservan en su interior. Más al contrario, la suciedad y el abandono cada vez es más evidente, sin que nada se haga por quienes tienen actualmente las competencias sobre la isla para evitar que lo que los militares lograron mantener durante tres siglos, se pierda a marchas forzadas en menos de 15 años”.
Desde la asociación se insiste en apuntar a que el deterioro que están sufriendo los restos fortificados de la isla “hace peligrar la integridad de ciertas estructuras, ciertamente las de mayor antigüedad e interés histórico, y si hace unos meses denunciábamos el derrumbe y la pérdida del antiguo palomar militar que se levantaba junto a los antiguos pabellones de suboficiales al norte de la isla, hoy hemos de lamentar el derrumbe de otra estructura tan singular como era la garita de guardia de la batería del revellín o del rediente, en el lado noroeste de la isla. Batería del semibaluarte en forma de saliente triangular, que fue construida por los ingenieros ingleses durante la Guerra de la Independencia, entre 1812 y 1813, y que defendía el camino de acceso a la isla y la pequeña dársena o foso que posteriormente se construyó en el mismo lado de poniente”.
Se señala desde la asociación cultural que “si ayer estábamos de enhorabuena por el redescubrimiento y puesta en valor del antiguo postigo de Santiago en la muralla de la ciudad, hoy estamos de luto por la pérdida de un elemento tan singular en la Isla de Tarifa como era la garita del revellín. Lo que 200 años no pudieron destruir lo ha conseguido la desidia e inacción de las administraciones públicas implicadas, enfrascadas en una lucha por hacerse cargo o conservar la gestión de la que dicen es la joya de la Corona del Parque Natural del Estrecho, a la que pretenden dar un acceso y uso público del recinto, pero para la que no parecen ponerse de acuerdo en elaborar mientras tanto un plan maestro y aunar esfuerzos para mantener y preservar lo que es en sí el mayor atractivo de la isla tarfeña, la propia isla. Muy pronto, de seguir así, no habrá nada que proteger ni mantener. Enhorabuena”, se denuncia y se ironiza desde la asociación.