IAM/Redacción Más de 250 alumnos de toda la provincia han participado en el Espacio Escuela asistiendo a la proyección de Wallay, con su director Berni Goldblatt y el protagonista de la cinta Ibrahim Koma.
El diputado Salvador Puerto ha visitado esta mañana el FCAT en el espacio «Aperitivos Junior» dónde ha explicado a los alumnos del IES Carlos Cano de Los Barrios la importancia que tiene un festival de cine como el FCAT, “dónde podemos ver la realidad de África desde el punto de vista de directores, actores y actrices africanos, a través de sus propios ojos”. El diputado provincial ha señalado que “no hablamos sólo de Sudáfrica, un país que está en la otra punta de este gran continente, hablamos también de Marruecos que está aquí enfrente o de Argelia”.Puerto ha participado además en el Espacio Escuela, donde más de 250 alumnos de distintos centros de la comarca han disfrutado de la película «Wallay». Los escolares han conocido además su actor protagonista, Ibrahim Koma, que ha presentado la misma y ha explicado su experiencia a los escolares.También ha estado con ellos el director del film, Berni Goldblat, quien ha explicado que esta película “trata de un chico que hace un camino a la inversa de lo que conocemos hoy día, ya que no va de África a Europa, sino de Europa a África”. «Wallay» se estrenó en el Festival de Berlín este mismo año y describe la vida cotidiana en Burkina Faso a través de los ojos de Ady, un chico de 13 años. Ahora vive en Francia, pero su padre ha decidido mandarle a visitar a sus parientes en África Occidental. El niño está entusiasmado con la idea de pasar unas tranquilas vacaciones en el país de origen de su padre, pero cuando por fin llega, su tío le recibe con frialdad y reproches. Goldblat ha explicado que su intención era tratar muy de cerca el mundo de los jóvenes.El nuevo espacio denominado «Aperitivos Junior» ofrece a los alumnos de los institutos del Campo de Gibraltar la oportunidad de participar en un debate abierto con el joven director ecuato-guineano Raimundo Bernabé Nnandong y el crítico de cine Pablo de María, quienes han conversado con los alumnos para mostrarles la importancia que tiene el cine africano como medio para conocer más de este gran continente. La sección «Espacio Escuela» se desarrolla con éxito con actividades de cuentacuentos y proyecciones para los escolares. Se trata de la rama pedagógica de la ONG Al Tarab y se hace posible gracias al apoyo de la Fundación de Cultura de la Diputación de Cádiz. Esta sección educativa, que supera los cuatro mil alumnos, habilita un espacio para la concienciación del público escolar a través de sesiones didácticas, compuestas por proyecciones de títulos cinematográficos y dinámicas centradas en valores de diversidad cultural, cooperación y solidaridad.La necesidad de acercar la creación audiovisual africana a escolares responde a la voluntad de contrarrestar la parcialidad informativa sobre el continente vecino. A través de un trabajo continuo con la juventud andaluza, el Espacio Escuela propicia una comprensión de las sociedades africanas más justa y real, empleando para ello el lenguaje más universal de todos los que existen: el arte.Este año el Espacio Escuela cuenta con la participación de todo el alumnado de educación primaria de Tarifa y campiña, veinte centros escolares de educación secundaria de las provincias de Cádiz y Sevilla así como distintos centros de educación secundaria de Tánger presentes en la sala de la Cinémathèque durante las proyecciones matinales dedicadas a ellos. Además de la proyección de una película y de los encuentros de los alumnos con el director presente, las actividades cuentan también con las visitas guiadas a las distintas exposiciones del Festival. El Espacio Escuela se desarrolla gracias al apoyo de la Diputación de Cádiz.En los Aperitivos de Cine organizados en el Riad ha participado esta mañana el director Alex Pitstra. Moderando el coloquio ha estado el crítico Pablo de María, que ha calificado «Bezness as usual» como una película muy personal y muy valiente. El filme cuenta la propia historia del propio cineasta, que recibe una carta de su padre tunecino, a quien no ve desde que era niño. Alex decide viajar a Túnez para intentar construir una relación con su familia e reconectar con sus raíces. El director holandés ha contado que su película sufrió una importante evolución a medida que se desarrollaban los hechos y ha explicado en los aperitivos de cine que su familia quedó muy contenta, pese a mostrar una historia tan íntima para ellos.Los espectadores del festival han tenido la oportunidad de conocer también en Tarifa al director Mohamed Siam, en cuya película «Balad meen?» se lleva a la pantalla las conversaciones entre el realizador y el agente de policía Abou H, testigo directo de la violencia usada por sus superiores contra civiles y de los abusos de las fuerzas de seguridad inmediatamente después de la revolución egipcia de 2011. Siam explica que esta película no se ha proyectado en el mundo árabe porque es muy crítica y cuenta una situación muy reciente. “La gente no está preparada para perdonar y olvidar”, en opinión del director.En esta jornada también se ha contado con actores como Jawher Soudani, que ha remarcado la intensa experiencia que para él ha supuesto rodar una película sin diálogos. «Akher wahed fina» narra la historia de un chico que planea ir clandestinamente a Europa. Cuando llega a Túnez se hace con un bote para cruzar el mar en solitario, pero el motor se para en alta mar. Soudani ha explicado que la importancia del periplo de su protagonista reside en la dimensión psicológica y el viaje espiritual que atraviesa, “comienza a vivir una nueva realidad y tiene que adaptarse”.También ha pisado hoy el FCAT Shakib Ben Omar, uno de los protagonistas de «Mimosas». Esta película del gallego Oliver Laxe cuenta la dimensión mística de un viaje en caravana por el Atlas marroquí. Al otro lado del Estrecho, el actor Ibrahim Koma ha participado en un coloquio tras la proyección de «Wùlu» en la Cinémathèque de Tánger.Otra proyección destacada de la jornada ha sido «Maman Colonelle», una coproducción entre la República Democrática del Congo y Francia dirigida por Dieudo Hamadi. «Mamá Coronel» trabaja para la policía congoleña dirigiendo la unidad dedicada a la protección de menores a través de la cual encabeza la lucha contra la violencia sexual. Después de estar 15 años en Bukavu, al este de la República Democrática del Congo, la transfieren a Kisangani, donde deberá enfrentarse a nuevos retos.