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Verdemar-Ecologistas en Acción ha rechazado el hecho de que vaya a venderse el agua del Campo de Gibraltar «sobreexplotando los acuíferos» para «acabar regando los campos de golf de la Costa del Sol», y todo para «salvar una mancomunidad en quiebra» –por la Mancomunidad de Municipios del Campo de Gibraltar–, a la que proponen que «para ahorrar dinero empiece por quitar los sueldos al personal de confianza de los políticos».
Así lo ha indicado a Europa Press el presidente del colectivo ecologista, Antonio Muñoz, tras la firma entre Arcgisa, empresa perteneciente a la Mancomunidad del Campo de Gibraltar, y Acosol, de la Mancomunidad de la Costa del Sol Occidental, para garantizar el suministro de agua potable en la comarca malagueña. La vigencia mínima del convenio es de cuatro años, aunque tiene vocación de continuidad indefinida.
Asimismo, supone un caudal mínimo para la estación de agua potable de Arenillas de 158 litros por segundo, estipulándose en siete hectómetros cúbicos el volumen mínimo anual a transferir. El agua en cuestión procederá de dos captaciones: de los bajos del río Guadiaro, en San Roque, y de los pozos de Majarambuz, en el Romeral, en Castellar de la Frontera.
Explica Muñoz que el río Gadiaro ya manda agua a Cádiz -trasvase Guadiar-Majaceite-en las crecidas del río. También tiene una serie de pozos conectados con la Costa del Sol que gestiona la Mancomunidad, «habiéndose dado en años anteriores una sobreexplotación del acuífero que provocó la muerte de unos 10.000 peces y otros organismos vivos».
En cuanto a los pozos de Majarambuz, explica que están diseñados para abastecer a Jimena de la Frontera. Ahora, «van a sobreexplotar el acuífero del Plioceno del Guadarranque y dejarán secos arroyos como el del Pinar del Rey -arroyo Alhaja-«. Señala que esto fue denunciado en 2011 ante la Fiscalía por el colectivo ecologista, que ahora tiene intención de denunciar los hechos ante el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil.
Verdemar rechaza que se comercialice con el agua con el pretexto de abastecer a una urbanización, cuando uno de los requisitos exigidos para la planificación de las urbanizaciones es que tengan el agua garantizada. Por ello, teme que el agua del Campo de Gibraltar acabe regando los campos de golf de la Costa del Sol a costa de los acuíferos y las especies que dependen de ellos.