Es la foto del día: Ni la lluvia, ni el viento, ni el cielo encapotado pudieron apagar hoy la luz que llenó las calles de Tarifa. Alrededor de mil quinientas personas participaron esta mañana en la Marcha contra el Cáncer de Mama, un emotivo recorrido que volvió a teñir de rosa el corazón del casco histórico. Fue una jornada de fuerza, de unidad y de vida, en la que la ciudad entera caminó al paso del valor de tantas mujeres que día a día enfrentan la enfermedad con una sonrisa y una fe inquebrantable.


Desde el Mercado Central de Abastos, punto de partida y llegada, partió una marea humana que desbordó energía y esperanza. Familias enteras, jóvenes, mayores, deportistas y colectivos sociales desafiaron la lluvia intermitente para hacer visible lo que realmente importa: la solidaridad, la investigación y el apoyo constante a pacientes y familiares.
El recorrido, reducido por las inclemencias del tiempo, no restó ni un ápice de emoción ni de compromiso. La marcha atravesó la Alameda y la calle de la Luz, envolviendo cada rincón del casco antiguo en un aplauso colectivo a quienes luchan y a quienes acompañan.


Una vez de regreso al mercado, la jornada culminó con la lectura de un manifiesto que recordó la importancia de la detección temprana, la investigación y la empatía social. Porque detrás de cada camiseta rosa hay una historia, un nombre, una familia, una razón para seguir avanzando.
La cita, organizada por la delegación tarifeña de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), contó una vez más con la colaboración del Club de Atletismo “Amigos de Pepe Serrano”, incansables compañeros de causa y ejemplo de compromiso solidario.
Hoy, Tarifa volvió a demostrar que su espíritu solidario es más fuerte que cualquier tormenta. Cada paso, cada aplauso, cada gesto fue un símbolo de amor y esperanza.
Porque cada octubre, Tarifa se viste de rosa, y con ello, recuerda al mundo que juntas y juntos, somos más fuertes.
















