Dentro de 1.000 millones de años no quedará agua en estado líquido sobre la superficie del planeta. Los científicos preveían que este fenómeno aconteciese unos milenios antes debido al aumento manifiesto de la radiación solar, pero las últimas investigaciones han postergado la sentencia de muerte para la vida en la Tierra, aunque el hallazgo no resulte consolador para la especie humana, que llevará extinta mucho tiempo.
Según un estudio del Instituto Pierre Simon Laplace (Francia), dentro de un eón se producirá la evaporación de toda el agua del planeta a causa del aumento de la energía liberada por el Sol, que viene constatándose desde hace 30 años. La radiación solar se incrementa de forma natural durante la vida de cualquier estrella, lo que en el caso del Sol, provoca el alza en la temperatura terrestre y la lenta y progresiva evaporación de nuestra sustancia más preciada. Otra consecuencia prevista es la desestabilización del efecto invernadero, que no permitirá seguir conservando una temperatura media de 15 grados centígrados.
Hasta la fecha, no había sido posible realizar una estimación fiable de cuándo se produciría la evaporación, dado que se empleaban modelos astrofísicos muy simplificados, que analizaban la Tierra como un ente uniforme y que no tenían en cuenta elementos esenciales como las estaciones o las nubes. Este innovador modelo, sin embargo, es capaz de predecir con precisión la evolución del medio ambiente terrestre al otorgar un papel determinante a la circulación atmosférica, que distribuye el calor a lo largo de la superficie.