Una noticia que al leerla te alegran el día, aunque ha medida que la digieres te revuelven las tripas, en función de que los siete alcaldes del Campo de Gibraltar,el subdelegado del Gobierno,el presidente del Puerto, el de la Cámara de Comercio, los secretarios comarcales de UGT y Comisiones Obreras y la representación empresarial pasando incluso por encima del «más vale tarde que nunca», hayan pecado por omisión de no sentarse a buscar soluciones al paro en una Comarca que tiene la mayor tasa de paro no ya de España sino de toda Europa, un punto incluso por encima de la provincia de más paro que es la de Cádiz.
Y que padece un histórico abandono de inversiones en infraestructuras, tanto por parte del Gobierno central como el de la Junta de Andalucía, (ITI), lo que además de ilógico es algo que se merece los calificativos más graves que contempla el idioma de Cervantes.
Tardanza de la que el PSOE por boca del alcalde de San Roque, Ruiz Boix culpa al PP al «congratularse de que por fin hayamos conseguido que el PP le de la importancia que tiene este foro». Dicho lo de arriba, volvemos al «más vale tarde que nunca» aunque la reunión del Consejo comarcal parezca venir dado por el olor del dinero europeo, el de Las Inversiones Territoriales Integradas (ITI) a la provincia cifradas en 1.500 millones de euros, de los cuales según cálculos del presidente de la Mancomunidad, Luís Ángel Fernández «un tercio al menos debe venir para la Comarca». Unos aproximadamente 500 millones si se cumplen estos augurios, que según leo «será la Mancomunidad la encargada de gestionarlos y que como es lógico contará con sus propios proyectos».
Lo cual a pesar de que » se espera dimanen del propio tejido socioeconómico comarcal», me genera dudas, vaya esto sin dudar de «las buenas intenciones y ganas de trabajar » expresadas por el Consejo Económico y Social adormecido durante cuatro años y de una Mancomunidad en la que no es precisamente la de la unión y solidaridad la imagen que desprende, sino que es la de un ente comarcal fracturado hasta el punto de que el PSOE sigue calificando a Fernández como «presidente en funciones», tras su denunciado pucherazo electoral