La Unión Europea apuesta por el ferrocarril porque es una de las llaves de la descarbonización, vertebra el continente y genera empleos de calidad. Sin embargo, la apuesta no está ganada, y es constatable tanto en el Campo de Gibraltar como en Andalucía, donde el abandono estatal en los servicios de Media Distancia y Cercanías es una realidad.
Ni hablo de la alta velocidad en el Campo de Gibraltar, pero si puedo recordar el tren nocturno de Algeciras-Madrid-Irún, que se mantuvo 20 años en servicio (1979-99). En estos momentos, la gran apuesta europea es la red ferroviaria de trenes nocturnos. Este será el futuro del transporte en el continente. No sé, si por ecología, nostalgia o negocios, pero son cada día más los viajeros que utilizan el tren nocturno para moverse en Europa.
Las nuevas líneas nocturnas, que siguen creciendo en la UE, tienen previsto conectar la mayoría de las capitales de Europa, menos las españolas. Por supuesto, en el Campo de Gibraltar ni hay ni se la espera, es más desde el mes de septiembre se ha quedado con una sola línea diurna obsoleta.
Se ha suprimido uno de los dos trenes que conectaba Algeciras con Madrid. Ahora, en vez de salir al medio día en ambos sentidos, solo partirá de Madrid por la mañana, llegará a Algeciras al medio día y, ese mismo tren, volverá a la capital a la noche. Esto es, usarán el mismo tren en ambos sentidos y eliminan el otro, pasando de 4 viajes a dos.
Pepa Páez, secretaria general del sector ferroviario de CC OO, tiene claras las raíces de los males del sistema. “No compartimos el modelo que se ha llevado en estos últimos 30 años de invertir todo en alta velocidad (61.114 millones, con el 25% financiada con fondos europeo), y abandonar el tren convencional, que al final es el que une pueblos”. O Diego Martin, secretario general del sindicato de maquinistas Semaf, que considera que el transporte de mercancías es uno de los problemas a resolver: “Hemos liberalizado hace 20 años este sector y no hemos conseguido nada. El servicio es nefasto; ni ha habido inversión ni planes de transportes. Y ningún Gobierno ha apostado por conexiones a los puertos, como el de Algeciras, cuya supervivencia depende del ferrocarril”.
Y si hablamos de los trenes convencionales, el alcalde Landaluce viene denunciado repetidamente que los esperados vagones Alvia de segunda mano, destinados actualmente en el norte del país y que el Ministerio de Transporte tenía previsto traer a Algeciras a finales de año, no van a llegar hasta el 2026. Además, ya son habituales los retrasos de los trenes que unen diariamente Madrid con Algeciras. Algo normal con los trenes de baja calidad que se utilizan en este trayecto.
También ha caído un 30% la situación del tráfico ferroviario del Puerto de Algeciras por la vuelta de los contenedores a la carretera (de 359 a los 460 contabilizados durante el mismo periodo del ejercicio anterior). Los empresarios han empezado a desviar parte de la carga ante el corte de las vías previsto en 2025 para la adaptación de los gálibos de la autopista ferroviaria Algeciras-Zaragoza (una terminal de trenes de 750 metros, dicen, para el Puerto de Algeciras).
El Ministerio de Transportes tiene previsto licitar antes de que concluya el año el proyecto de reforma de los gálibos de la línea de tren convencional entre Algeciras y Madrid para adaptarlos a los requerimientos de dimensiones de la autopista ferroviaria. Pero ¡qué casualidad!, ya este verano estaban adjudicados los gálibos del tramo Madrid-Zaragoza. Y en marcha la autopista ferroviaria de Madrid-Valencia, sin que la de Algeciras-Zaragoza tenga aun fecha concreta de terminación.
El tramo de Algeciras-Madrid será suspendido durante varios meses para el servicio directo de mercancías y viajeros. Pero no sabemos cuánto tiempo porque el Ministerio de Transportes no ha dado fechas concretas para el corte en las vías. No sé si recordar que estamos hablando del primer puerto de España que despacha 100 millones de toneladas de mercancías año. Hasta julio fueron 61,5 millones de toneladas.
Lo mismo ocurre con la Declaración de Impacto Ambiental para el tramo Algeciras-Ronda-Bobadilla, fundamental para poder electrificar y modernizar ese tramo ferroviario, que está integrado en los corredores prioritarios Mediterráneo y Atlántico de la Red Transeuropea de Transportes (TEN-T). Ambos corredores, con inicio y final en Algeciras, deberían haber estado modernizados para 2020, pero no estarán listos, según previsiones, hasta al menos 2028. Incertidumbre total para un puerto como el de Algeciras, clave para el desarrollo de la intermodalidad en la Península y los tráficos de mercancías entre Europa y Marruecos.
Para el Ministerio diferenciar lo indispensable de lo importante no es fácil. Pero es la clave, si queremos ganar esta guerra del ferrocarril y no perder el aliento en escaramuzas o banalidades. No nos dejemos engañar por los cantos de sirena, solo los mejores tienen garantizada la supervivencia. La historia enseña que las vías no tienen raíces, aunque las nuestras tengan ya más de cien años. Y ya está bien de echarle las culpas al pueblo del Campo de Gibraltar de esta serie de anomalías y públicos desastres.