IAM/JMA Este no es un articulo objetivo sobre Podemos, porque pienso que la objetividad es un mero concepto inalcanzable. Una forma de enmascarar la subjetividad subyacente que todo artículo que intenta ser objetivo lleva dentro de sí. Así que he decidido expresarme con toda libertad sobre lo que pienso y siento sobre Podemos.
Poco a poco, ladrillo a ladrillo, Podemos ser más libres. Hoy en Londres hubo una reunión de Podemos. Hace una semana en París. Ya tenemos círculos en los países más importantes de Europa. Y también en América Latina. Estamos creando 13 sedes provinciales donde podrá ir la gente a informarse muy pronto. Se va notando cada vez más el entusiasmo de la gente por PODEMOS. La gente se une contra la corrupción política PP-PSOE, porque ya está harta de ser engañada una y otra vez. Ya los conocemos y no queremos más de su medicina. Queremos justicia y equidad, y no más jarabe de aceite de ricino. ¡No más ladrones! Al decir ladrones muchos dicen que insulto. Pues, ¡no! Insultar es decir ladrón a quien no lo es. Pero al igual que una rosa, es una rosa, un ladrón es un ladrón. Y hay que cortarles el grifo tanto del latrocinio como de la impunidad ante las leyes. Hay que llamar a las personas y a las cosas por su nombre.
Hay que hacer algo para cambiar este mundo. Las cosas no se mueven por sí solas. Y la gente joven está muy bien formada y sabe lo que hace. Y por lo que estoy viendo en PODEMOS lo sabe hacer bastante bien. Esta gente joven que lleva mucho tiempo luchando por cambiar la sociedad, no por lucro propio, sino con un sentido humanitario y altruista. Y en este sentido veo que una gran parte de las generaciones jóvenes están más preparadas que nosotros, (los no tan jóvenes). Son más conscientes que las generaciones anteriores a ella de la realidad que les ha tocado vivir. En definitiva, es una generación más sabia y por ello, más involucrada. Y los que no somos tan jóvenes hemos de aportar la experiencia que tenemos para ayudarles a conseguirlo, y también aprender de ellos en muchas cosas.
Sinceramente creo que hemos llegado a un punto en el que, o hacemos algo para que cambie la forma de pensar y de hacer de la sociedad en la que vivimos, o está visto que este planeta no da para mucho más. Necesitamos un cambio. Un cambio urgente. No sólo a nivel nacional, sino que también a nivel internacional. Hemos de cambiar una sociedad que en este momento está basada en la economía, en las multinacionales y en la plutocracia (gobierno de los ricos), por otra que anteponga el ser humano, la convivencia y dejarle a las generaciones futuras un planeta más sano y más habitable, donde la vida sea cada vez más digna, a cualquier motivo de lucro indiscriminado. Y para cambiar esto no sólo tenemos que cambiar nuestra forma de vida actual. No consiste en cortar por aquí y por allá. Con eso no basta. No sirve. Lo esencial, lo más importante que hemos de cambiar, es nuestra forma de pensar, nuestra mentalidad. Ya sé. No es fácil la tarea. Pero no nos queda otra.
Yo detesto tanto los fanatismos deportivos como los ideológicos. Nunca he participado ni participo de ellos. Por eso me siento atraído por PODEMOS. Porque en PODEMOS no pretendemos rechazar a las personas por sus ideologías políticas. Lo importante son los objetivos. Lo verdaderamente importante es que cada uno de nosotros comprenda que tenemos que cambiar nuestra forma de concebir el mundo y de actuar en él. Que no debemos entrar en el juego de las ideologías ñoñas para que nos manipulen y nos confronten los unos a los otros, como si se trataran de dos equipos de fútbol, mientras los dueños de los clubes hacen taquilla y se reparten el producto de su señuelo deportivo. Todo aquél que quiera luchar por conseguir una sociedad mejor tiene cabida en PODEMOS. Por eso acogemos a personas que tengan la intención de cambiar la sociedad en una sociedad mejor.
No se trata de un partido de fútbol Madrid-Barcelona. En este partido que vamos a jugar pronto, tenemos que darle los méritos no sólo al equipo que juegue mejor y gane, sino al equipo que lo haga de una forma más honesta y haga un juego más espectacular. Hemos de aplaudir a aquel equipo que lo haga bien, no porque sea mi equipo de toda la vida, sino porque de verdad se lo merezca por su buen juego, su honradez y su buen hacer. Espero que en este gran partido que nos toca jugar en los años venideros todos sepamos dejar en nuestra casa los estandartes y las insignias, los cánticos y los slogans, y sepamos sacar de nosotros la capacidad de discernir entre lo honesto y lo deshonesto, entre lo justo y lo injusto, entre lo beneficioso y lo perjudicial. En definitiva, entre lo humano y lo inhumano. Entre todos SÍ PODEMOS.