Picardo empleó bien el dinero, ya que el objetivo de que Picardo ganara y España perdiera se cumplió, algo que estaba asegurado dado los elegidos que intervinieron en el el “viaje”.
Un “viaje” el de Chester que me hizo sentir vergüenza ajena y en el que la alcaldesa de La Línea, Gemma Araujo se erigió en la gran palmera o valedora de Picardo, fue una auténtica yanita de lujo. La excepción que confirmo la regla del guión del “viaje” que repito estaba preparado y maquinado, la protagonizó la patrona mayor de la Cofradía de Pescadores de Algeciras, María Corrales que le cantó las cuarenta y las 20 en bastos “al señor Picardo, si es que se le puede llamar señor”(repitió una y otra vez), mientras le largaba fiesta a Pîcardo poniéndolo como los cochinos trapos. Picardo que en sus respuestas pasaba de la mentira a la media verdad. Mentiras como la de afirmar que: «Nunca nos hemos movilizado con la Royal Navy para atacar a un pescador.
Nos hemos movilizado cuando entra la Guardia Civil. Miente quien dice que la Royal Navy intimida a los pesqueros». Picardo al que si creímos cuando afirmó de que le gusta más la comida de España y que es algo le nota a ojos vistas en la papada. Con relación al plantón que el alcalde de Algeciras, Landaluce le dio a Risto, estuvo mal, que se rajara o le hicieran rajarse, pero pensándolo bien creo que hizo bien en no caer en la trampa de ““viajar” con Chester y Picardo. Estanislao Andrade