La acumulación de suciedad, papeles, bolsas de excrementos caninos, etc pueden provocar atascos que desemboquen en malos olores, proliferación de ratas y cucarachas, y encharcamiento de las calles
«Normalmente lo que encontramos en los atascos de las alcantarillas suelen ser papeles, chicles, bolsitas de excrementos de perro que la gente recoge adecuadamente pero no desecha en papeleras, o incluso restos de obra como pintura o cemento, que se vierten a las rejillas y son un auténtico problema, ya que al fraguar dentro bloquean el paso del agua» – explica Rafael Blanco, jefe de servicio de Aqualia en la localidad.
Es por esto que la empresa hace un especial llamamiento a que se haga un uso adecuado del sistema de saneamiento y se desechen correctamente todo este tipo de residuos. A este respecto, Blanco explica que «las rejillas de las alcantarillas deben estar desatascadas porque su cometido es desaguar el agua de lluvia y evitar así encharcamientos e inundaciones en las calles».
Para llevar a cabo estos trabajos, la empresa cuenta con el apoyo de un camión especial con una tobera de aspiración que absorbe la suciedad y va acumulando todos los residuos en una cuba. Además, también se emplea una máquina de alta presión para extraer toda la suciedad, tierra, hojas, papeles, etc.
Las nuevas líneas equipamientos y vehículos son intercambiables, es decir, se puede optar por prescindir de uno de estos ámbitos y acumular la inversión al programa restante. Esta flexibilidad no se aplica en el caso del Invierte convencional. Antes de que culmine el año 2019 deberán estar adjudicadas todas las actuaciones y su ejecución tendrá que estar resuelta