Ayer las centenares de personas tuvieron que esquivar a más de una treintena de surfistas que practicaban el deporte en una zona tácitamenta prohibida para hacer surf.
Bañistas elevaron las quejas a los vigilantes, algunos señalaron que habían avisado a la Policía Local, y que había advertido a los surferos de que no podían estar en la zona. Ese aviso se realizó en varias ocasiones desde la orilla silbato en boca y gestos con las manos, además de con una motoacuática. A pesar de ello los surfistas continuaron durante toda la tarde en el lugar que era para los bañistas.
La indignación de los bañistas fue en aumento y en alguna ocasión hubo enfrentamientos verbales entre éstos y algún que otro surfista. Después de numerosos requerimientos de los vigilantes hizo presencia en el lugar tres agentes de la Policía Local, que pareció causar efecto entre los surfistas que se desplazaron hasta zona habilitada. La Policía Local ha confirmado infracciones para al menos cuatro personas.
La edil de Playas, Lucía Trujillo ha lamentado los hechos y confirmado que el no cumplimiento de las normas y límites establecidos en el plan de gestión y uso de las playas implica además del riesgo para la integridad de las personas, una infracción que acarrea una sanción económica.