TCAM/REDACCION
La magistrada del juzgado de lo penal número 9 de Valencia ha condenado a dos años de prisión a una mujer acusada de realizar denuncias de acoso falsas contra su expareja y por las cuales el hombre llegó a pasar un mes en la cárcel, además de tener que recibir tratamiento psiquiátrico, según recoge la sentencia tras la conformidad de las partes en el juicio.
En la sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, se condena a la mujer a dos años de cárcel por un delito contra la integridad moral y por un delito de lesiones, y al pago de una multa de 2.925 euros por un delito de denuncia y acusación falsa, una falta contra el orden público y una falta de amenazas.
Además, en la sentencia también se condena a tres hombres que ayudaron para dar credibilidad a sus denuncias falsas y testificaron a favor de la procesada. Dos de ellos cumplirán dos años de prisión por un delito contra la integridad moral y otro por un delito de lesiones, mientras que deberán pagar una multa de 2.700 euros por un delito de denuncia y acusación falsa.
El tercer hombre implicado ha sido condenado a un año de cárcel y deberá pagar una multa de 2.700 euros por un delito de denuncia y acusación falsa. Además, los cuatro acusados deberán indemnizar de forma conjunta a la víctima con la cantidad de 27.840 euros en concepto de daño psíquico y moral.
La expareja de la acusada, durante el tiempo que ocurrieron los hechos, sufrió un trastorno psicopatológico conocido como «trastorno adaptativo» que le ha generado un «intenso menoscabo psicológico que le generó un periodo de incapacidad temporal de 214 días», según recoge la sentencia. La víctima necesitó asistencia psiquiátrica y psicoterapeútica, además de tratamiento farmacológico, antidepresivo, ansiolítico e hipnótico.
Los hechos comenzaron el 15 de enero de 2009 cuando la acusada denunció ante la Guardia Civil «mensajes amedrantadores» desde una cabina de teléfono y desde un número de móvil que, supuestamente, pertenecía a su expareja y en las que le decía insultaba y amenazaba con «no volver a vivir tranquila».
En otras ocasiones la mujer acusada aportó diversas notas amenazantes que había recibido, como la que dejaron supuestamente los amigos de su expareja en el limpiaparabrisas del coche, e incluso aportó un fotomontaje en el que la procesada aparecía muerta en los brazos de la víctima.
DESPERFECTOS EN EL COCHE Y MUERTE DE LA PERRA
La acusada llegó a presentar denuncias falsas en las que indicó que le habían causado desperfectos en su coche, así como que alguien había matado a su perra el 20 de enero de 2009. Para dar credibilidad a todos estos hechos, la mujer se apoyó en el testimonio de tres hombres que actuaron como testigos y que también han resultado condenados tras las investigaciones policiales.
Por todas las denuncias presentadas, la víctima fue detenida e ingresada en prisión provisional el 18 de mayo de 2009 donde permaneció durante un mes. En el día en que ingresó en prisión, la acusada se ratificó de todas las denuncias interpuestas contra él y dijo que días antes su expareja le había enviado un ramo de flores a su domicilio con una tarjeta en la que se leía: «Cariñito siempre estarás conmigo».
Una vez comenzaron las investigaciones de la Guardia Civil para esclarecer los hechos, los agentes descubrieron que desde el móvil que la acusada había contratado a nombre de la víctima, también se mandaron mensajes amenazantes a un móvil policial, tales como «maderos mafiosos sois corruptos, tu x cuanto te vendes hijo de puta? te lo advierto aléjate de isabelita».
En algunas ocasiones esos mensajes hacían referencia a un cabo primero de la Guardia Civil, a un agente de la Benemérita y en otras ocasiones a agentes de la Policía Local. Incluso la acusada llegó a enviar mensajes amenazantes a su propia abogada con el objeto de dar credibilidad a los hechos que denunciaba.
A final de julio, la mujer llegó a denunciar a un amigo de su expareja porque supuestamente cuando iba conduciendo por una carretera de Teruel se puso a su altura con el coche y «le hizo gestos para ponerla nerviosa con el fin de que perdiera el control de su vehículo».