Este sábado al agua, a nadar por una casusa solidaria con un gorro exclusivo conmemorativo, sin duda, el evento recomendado. Tras nadar a Waikiki a tomar y compartir premios.
Las brazadas solidarias llegan a Tarifa con la «I Travesía a nado Swim en el Mar»
Más de 200 nadadores se dan cita en la prueba, que se celebrará este sábado en la Playa de los Lances o Playa Chica en función del tiempo, y tendrá dos distancias: 800 metros y 2500 metros
El evento, organizado por Swim en el Mar y Brazadas Solidarias, tiene como objetivo garantizar la educación de niños y niñas de Nepal en situación de vulnerabilidad de la mano de la Fundación Vicente Ferrer
Más de 200 nadadores se darán cita este sábado (29 de junio) en Tarifa en la primera edición de la Travesía Swim en el Mar Tarifa, una prueba de natación en aguas abiertas que combina deporte y solidaridad y cuya recaudación estará destinada para un proyecto de infancia de la Fundación Vicente Ferrer en Nepal.
La travesía cuenta con la organización de la empresa local Swim en el Mar, escuela de natación en aguas abiertas, y de Brazadas Solidarias. Brazadas Solidarias, vinculada a la Fundación Vicente Ferrer, es el mayor organizador de travesías solidarias en España, con más de quince años de trayectoria y un circuito formado por más de 20 pruebas repartidas en Andalucía, Murcia y Cataluña.
La llegada de Brazadas Solidarias a Tarifa ha sido posible gracias al impulso de Swim en el Mar y el apoyo del Ayuntamiento de Tarifa y de más de veinte empresas locales. La respuesta de los nadadores a esta iniciativa también ha sido excepcional. Ya supera los 200 deportistas inscritos desde todos los puntos de Andalucía y la organización espera superar los 250.
La travesía tendrá dos distancias: 800 metros y 2500 metros.
Se plantean dos escenarios para su celebración en función de las previsiones meteorológicas: Playa de los Lances, como primera opción, o Playa Chica, si el viento y las condiciones del mar así lo requieren. La organización mandará briefing a los nadadores con toda la información con suficiente antelación.
Las travesías de Brazadas Solidarias están caracterizadas por dar más relevancia a los valores del deporte, como el espíritu de compañerismo, de superación y de solidaridad, que a la propia competición.
Todo lo recaudado en la travesía de Tarifa estará destinado a impulsar un proyecto para que niños y niñas de Nepal en situación de gran vulnerabilidad puedan ir a la escuela.
El delegado de la Fundación Vicente Ferrer en Andalucía, Extremadura, Ceuta y Melilla, Rafael Carmona, ha expresado la “emoción” que supone para Brazadas Solidarias y para la ONGD poder poner en marcha una nueva travesía, “sobre todo en un lugar tan excepcional como es Tarifa”. “Es un lugar increíble para nadar y, de hecho, no recordamos una travesía que en su primera edición haya causado tanta expectación como ésta. Tendremos un gran día de natación y solidaridad”, ha subrayado Carmona.
“Entendemos el deporte como una de las más eficaces herramientas que existen de movilización de las personas y de transmisión de valores como la solidaridad, el compañerismo y la superación. Estamos muy felices por poder nadar juntos en Tarifa”, ha expresado el delegado de la FVF.
Toda la recaudación de la prueba servirá para promover la escolarización de niños y niñas de Nepal, especialmente en las zonas rurales, donde la lejanía de las escuelas supone un obstáculo de acceso para las familias.
Adriana Varin fundadora de Swim en el Mar está igualmente emocionada con la expectación de la misma, tanto por el número de nadadores inscritos como el número de empresas colaboradoras locales que generosamente están apoyando este proyecto solidario. La escuela de natación Swim en el Mar se creo hace 4 años en Tarifa y dan clases de natación en aguas abiertas desde las perspectiva de la seguridad, salud y disfrute. El equipo de Swim en el Mar además de dar clases en la zona del Campo de Gibraltar se mueve por el mundo entero, como dice Adriana “van a donde les llamen” con su proyecto de enseñar habilidades acuáticas. Se han especializado en acompañar procesos de superación de miedos al mar, y también organizan rutas de natación por el parque natural del estrecho. Además la escuela imparte talleres de sensibilización de aguas abiertas en centros educativos con el objetivo de crear cultura acuática.
El proyecto solidario de la FVF en Nepal
La Fundación Vicente Ferrer, que trabaja en la India desde hace más de 40 años, ha puesto en marcha la primera fase de su internacionalización en Nepal, un país con una población que aún no se ha recuperado de las consecuencias del devastador terremoto de 2015. En los contextos de crisis, la infancia se convierte en la primera y principal víctima. Por ello, la Fundación está dando apoyo a tres colectivos: menores cuyas familias trabajan en los tradicionales hornos de ladrillo, una industria con un alto índice de empleabilidad infantil; niñas y niños con parálisis cerebral, y personas adultas con problemas de salud mental, cuya carga familiar recae en sus hijos e hijas.
Se calcula que en Nepal hay unas 750 fábricas de ladrillo, (cifras no oficiales apuntan a más de 1.000, porque muchas son ilegales) una industria que ha crecido al amparo de la construcción y la exportación a países ricos donde existe mayor regulación medioambiental. Son empleos que suelen estar ocupados por familias empobrecidas, la mayoría de las castas más bajas o dálits. Se trata de un trabajo temporal, que se desarrolla entre noviembre y mayo, época en la que no hay monzones.
Según datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el 16% de la fuerza laboral de las fábricas de ladrillos está formado por menores, lo que supone que entre unos 20.000 y 30.000 niños y niñas que deberían estar en las escuelas sufren explotación laboral y riesgos a su salud por cargar pesos excesivos y exponerse a las nubes de humo tóxico que emanan de las chimeneas de los hornos.
La Fundación Vicente Ferrer está apoyando en Nepal a siete escuelas para que menores en edad preescolar (de 3 a 6 años) y pertenecientes a familias que trabajan en este sector reciban nutrición, ropa y cuidados mientras sus padres trabajan como temporeros. Sin este apoyo, los niños con toda probabilidad acabarían trabajando con ellos.
Esta intervención de la Fundación Vicente Ferrer en Nepal contempla también la rehabilitación y nutrición de menores con discapacidad en centros de día, el apoyo psicológico a sus madres y la sensibilización de las familias con hijos e hijas que cuidan a alguno de sus progenitores con enfermedades mentales para que no abandonen sus estudios.
En Nepal hay un alto índice de enfermedades mentales, pero escasos recursos para abordarlas. Muchas de estas patologías están desencadenadas por la alta incidencia de terremotos y otras catástrofes naturales en las que las familias más pobres lo pierden todo. Por otro lado, Nepal sufrió entre 1996 y 2006 una guerra civil cruenta cuyas consecuencias fueron devastadoras en las zonas rurales. Muchos adultos, que entonces eran niños, arrastran hoy secuelas físicas y psicológicas de aquel episodio.
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