El Gobierno británico ha anunciado un ambicioso plan de refuerzo militar en el marco de su Revisión Estratégica de la Defensa (Strategic Defence Review, SDR), con el objetivo de fortalecer su capacidad de disuasión ante las crecientes amenazas globales, especialmente en el entorno europeo y el flanco sur de la OTAN.
El Primer Ministro Sir Keir Starmer y el Ministro de Defensa John Healey han presentado este lunes una estrategia que contempla una inversión multimillonaria en armamento, defensa aérea y capacidades navales. Entre las medidas clave destacan:
La fabricación de hasta 7.000 armas de largo alcance en territorio británico.
Una inversión de 1.500 millones de libras en fábricas de munición y productos energéticos.
La expansión de la flota de submarinos de ataque de la Royal Navy hasta un total de 12 unidades, incluyendo cuatro nuevos submarinos nucleares de clase Dreadnought.
La asignación de 1.000 millones de libras adicionales para reforzar la defensa aérea y antimisiles, con sistemas integrados y mayor cooperación con aliados de la OTAN.
Uno de los puntos centrales de esta estrategia es el papel de Gibraltar, considerada por Londres como una base avanzada vital para la seguridad regional. El Peñón, situado en un enclave estratégico entre el Mediterráneo y el Atlántico, seguirá sirviendo como centro logístico de la Royal Navy, con capacidades clave en inteligencia marítima y entrenamiento militar especializado en entornos litorales, urbanos y subterráneos.
El Ministro británico de las Fuerzas Armadas, Luke Pollard, subrayó que esta revisión supone “un cambio generacional en la forma en que defendemos a Gran Bretaña, nuestros Territorios de Ultramar y a nuestros aliados”. Añadió que “la inversión en tecnología punta y capacidad industrial permitirá disuadir, combatir y vencer frente a amenazas como la agresión rusa, los ciberataques y los riesgos nucleares emergentes”.
Esta nueva postura defensiva se enmarca en el compromiso del Reino Unido de aumentar su gasto en defensa hasta alcanzar el 2,5% del PIB en 2027, con vistas a llegar al 3% en la próxima legislatura. Una respuesta directa al complejo escenario internacional que ha resurgido tras el conflicto en Ucrania y la inestabilidad en varias regiones estratégicas del planeta.
Con esta iniciativa, el Reino Unido reafirma su voluntad de liderar la defensa europea y transatlántica, garantizando además que Gibraltar mantenga su papel fundamental en la arquitectura de seguridad de la región.