IAM/ALJ Hay lectores de Algeciras al minuto o de mi blog a los que no les gustan mis reflexiones, lo que me parece de lo más normal. Nuestro país está que arde y más dividido que nunca en su historia reciente. Por eso entiendo perfectamente que todos los que me leen no tienen porque estar de acuerdo o compartir mis pensamientos o reflexiones sobre la actualidad de la que informo de la forma más veraz y critica.Pues bien, en sus comentarios algunos de estos discrepantes me tachan de “plumilla” en un intento de denigrarme con ese calificativo. Están perdiendo el tiempo. Ese calificativo o cualquier otro degradante que quieran hacerme no tienen para mí ninguna importancia. Lo importante sería que todos participáramos en un amplio debate manifestando nuestras opiniones de forma educada y sin ofender a nadie. Por eso, en las actuales circunstancias, me encuentro en la obligación moral de poner mi modesta pluma, y espero que otros un compromiso diferente, para ver si entre todos llegamos a fabricar la esperanza y el cambio que este país necesita.Comprendo que escribir sobre temas de actualidad siempre es arriesgado, porque no se sabe cómo van a concluir estos dramáticos acontecimientos que estamos viviendo. Aunque en el fondo al pensar o reflexionar sobre ellos lo que quiero es explicarme lo qué está ocurriendo y por qué está ocurriendo. Esto me ayuda a conservar la claridad de ideas y a entender el origen y la causa de esta crisis del sistema, que nos dimos todos los españoles en la Transición.Posiblemente mis pensamientos y reflexiones estén influidos por la calle o por lo menos, contagiados por ella. Pienso que este sistema está gripado -como dice el escritor Josep Ramoneda- y no tiene otro mecanismo de reproducción y cambio que los movimientos sociales, que han tomado conciencia del poder de su voz y de la importancia de su presencia, siendo los mecanismos de regeneración democrática y esperanza de cambio que tenemos. Así que como decía Gabriel Celaya a los españoles en su poema España en marcha, “¡A la calle!, que ya es hora de pasearnos a cuerpo y mostrar que, pues vivimos, anunciamos algo nuevo”. Eso es lo que pido y deseo para mí y para todos los españoles de bien.