Esta decisión, publicada este lunes como notificación legal, permitirá a los agentes gibraltareños de la Policía y de Aduanas «buscar, parar, y pedir que abandonen» esas áreas a cualquier ciudadano que transite por ellas, informa en un comunicado el Ejecutivo de Gibraltar. Antes los agentes solo podían parar y registrar a ciudadanos cuando hubiera indicios de comisión de un delito, han explicado a Europa Press fuentes del Gobierno de Picardo. Con la decisión de hoy, se convierte además en delito pedir o conseguir ayuda de otra persona para exportar cigarrillos cruzando la Verja, añade el comunicado. Picardo ha explicado que la medida pretende proporcionar a los agentes de la Policía y de Aduanas las «herramientas» necesarias para hacer cumplir la Ley del Tabaco, que persigue hacer frente a los «inaceptables problemas sociales» creados por el negocio del tabaco en ciertas zonas del Peñón. La nueva decisión se suma a otras anteriores como el fin del menudeo de tabaco en las urbanizaciones de Laguna y Glacis y precede a otras que se anunciarán próximamente, añade el comunicado. La medida llega días después de que la Comisión Europea recomendara a Reino Unido que Gibraltar luchase de manera más eficaz contra el contrabando. En la carta que remitió a Londres, a la que tuvo acceso Europa Press, Bruselas aconsejaba introducir controles «no sistemáticos» sobre las personas –y sus pertenencias– que salen de Gibraltar en dirección a La Línea de la Concepción, después de que la misión europea de expertos enviada al Peñón comprobara que las autoridades de Gibraltar no hacían ningún control al respecto. Esa misión se envió en respuesta a la queja que presentó Reino Unido contra los «desproporcionados y políticamente motivados» controles en la Verja que reforzó España en verano. Nuestro país los justificaba por la necesidad de luchar contra los tráficos ilícitos, mientras que Londres los veía como una represalia por los bloques de hormigón que Gibraltar había arrojado al mar, en las aguas que se disputan ambos países. Bruselas concluyó que España no había infringido ninguna norma comunitaria reforzando esos controles, aunque recomendó a nuestro país que agilizara el tránsito en la Verja y a Reino Unido medidas para luchar de manera más eficaz contra el contrabando de tabaco. Entre enero y agosto de este año las incautaciones de bienes y divisas no declaradas en el paso fronterizo de Gibraltar por parte de la Guardia Civil ascendían a 7.967.701 euros, según los últimos datos de los que dispone el Gobierno. Solo las incautaciones de tabaco se han multiplicado por seis desde 2008 hasta sumar en 2012 981.085 cajetillas. En los últimos cinco años, el tráfico ilegal no ha parado de aumentar: en 2009, 194.560 paquetes incautados; en 2010, 300.401, y en 2011 fueron 778.941. Entre 2010 y 2012 las aprehensiones aumentaron en un 213 por ciento, según datos del Ejecutivo español a los que ha tenido acceso Europa Press. Para absorber toda la cantidad de tabaco que entró en el Peñón en 2012 cada gibraltareño –incluido niños, ancianos y embarazadas– tendría que fumar más de 180 cigarrillos al día. Estas proporciones de tabaco desorbitadas en la colonia sirvieron de base al Gobierno español para explicar ante Bruselas la pertinencia de los controles que realiza en la Verja.